PEREZ17102022

Votar entre balas
Ernesto Hernández Norzagaray 

Mazatlán.- Acaba de darse a conocer el informe Votar entre balas: Entendiendo la violencia político criminal en México, del mes de diciembre, elaborado por Datacívica, una organización académica integrada por investigadoras del Programa para el Estudio de la Violencia del CIDE, que aporta datos significativos sobre la principal amenaza que tiene el proceso electoral de la próxima primavera (véase para mayor detalle el reporte-mensual-diciembre-2023).

Y las cifras que arroja este estudio sistematizado, son a primera vista alarmantes, porque muestran cómo en los últimos cinco años –2018 fue el año en que empezaron a dar seguimiento de la violencia contra actores vinculados directa o indirectamente con la política– la acción política se ha convertido en una actividad peligrosa en muchos estados de la federación, como lo muestra lo sucedido en los primeros días de enero que llevan a calificarlo como “el enero más mortal para las y los candidatos durante los últimos 5 años”. Veamos el resumen que Datacívica presenta:

“En el periodo de 2018 a 2023 se han registrado un total de 1610 ataques, asesinatos, atentados y amenazas contra personas asociadas con el ámbito político, gubernamental o contra instalaciones de gobierno o partidos. De las víctimas registradas en este periodo, 78% corresponde a personas del género masculino.

“Hasta el momento, agrega, el año de 2023 (574) ha registrado la mayor cantidad de eventos de violencia político-criminal, seguido de 2022 (486).

“De acuerdo, nos dice el estudio, con nuestra base de datos, el 2023 cerró con 574 víctimas de violencia político-criminal por parte de grupos de la delincuencia organizada. Nuestro monitoreo incluye los casos de funcionarios o elementos de seguridad pública que han sido atacados fuera de sus funciones, y por lo cual consideramos que hay un intento del crimen organizado de incidir en la política.

“Pero, reflexiona, si en el recuento total dejáramos fuera a este tipo de cargos, registramos 264 víctimas de violencia político-criminal durante 2023, cifra que continúa siendo mayor que el conteo de 2022 en 16 víctimas. Durante el 2023 registramos incluso, agrega, más víctimas que en 2021 y 2018 que fueron años en los que hubo elecciones locales: en esos años registramos 165 víctimas cada año (sin contabilizar funcionarios de seguridad pública agredidos fuera de sus funciones).

“El/los estados, refiere, donde ocurrieron los eventos de diciembre de 2023 fueron: Zacatecas, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Baja California, Puebla, Chiapas, Colima, Sinaloa, Chihuahua, Ciudad de México, Quintana Roo, México, Veracruz.

“¿Cuántas candidatas(os) y precandidatas(os) han sido asesinadas en México en los últimos años? Desde enero de 2018 hasta diciembre de 2023 fueron asesinadas 105 candidatas(os), precandidatas(os) y excandidatas(os); en los primeros días de enero y, rematar afirmando, ya suman cinco víctimas más.

Así lo detalla Datacívica “Durante los primeros días de enero, preocupantemente, ya han asesinado a tres precandidatos y una aspirante a cargos municipales, así como a una precandidata al Senado de la República. Los asesinatos han ocurrido en Chiapas, Colima, Morelos, Michoacán y Ciudad de México, dos de ellos formaban parte de la coalición Fuerza y Corazón por México (PAN, PRI y PRD), dos más de Movimiento Ciudadano y una víctima más de Morena.

“Así que enero de 2024, nos dice, ya es el enero más mortal para las y los candidatos durante los últimos 5 años. En el mismo mes de los años electorales anteriores no hubo tal cantidad de personas candidatas asesinadas, ya que en enero de 2018 registramos dos víctimas y en enero de 2021 una persona asesinada, por lo que no se había visto el nivel de violencia mortal como lo estamos viendo durante este año que empieza.

En definitiva “El 86% de las y los candidatos asesinados en los últimos cinco años han sido hombres y el 14% mujeres. El 86% contendían a cargos municipales, el 10% cargos a nivel estatal y el 4% eran candidatas(os) a diputaciones federales. Guerrero es el estado en donde han asesinado a más candidatas y candidatos: 16 en los últimos 5 años, en Veracruz han asesinado a 15, y en Guanajuato, Estado de México y Oaxaca, han matado a 10 personas candidatas en cada estado. En cuanto a partidos políticos, registramos que el 25% de las y los candidatos asesinados contendían por Morena, el 18% por el PRI, 13% por el PAN, y 10% por MC y PRD cada uno, por lo que ningún partido político se ha salvado de la violencia político-criminal”.

Aunque el caso sinaloense afortunadamente es de los menos relevantes no ha estado exento de violencia cómo lo señala está estadística criminal y, sobre todo, cuando nuestra referencia inmediata son las elecciones concurrentes de 2021.

Recordemos, en esa elección, ocurrió de todo desde la selección de candidatos, las precampañas y campañas constitucionales, la operación el día de la jornada electoral donde candidatos fueron “bajados” en sus aspiraciones para facilitar el acceso a candidatos afines hasta el secuestro de dirigentes y operadores electorales, además, del asesinato de dos figuras políticas del morenismo en el municipio de Sinaloa.

Hasta, ahora, la situación de violencia social no va más allá de la “cuota” diaria de la que nos enteramos a través de los noticiarios y la prensa, no se sabe de que haya presiones para que encabece tal o cual o personaje una diputación o una alcaldía, sin embargo, corren rumores en ese sentido interesados para desacreditar una postulación o una reelección a un cargo de representación política.

Algo, que, en 2021, iba más allá, no eran rumores sino se supo de presiones a los partidos para que postularan o no, a tal o cual candidato, lo que más adelante terminaría eliminando aspirantes, delimitando territorios y amenazando operadores políticos.

Hay quienes señalan que algunos actores criminales han decidido no meterse en el proceso electoral por la falta de incentivos, luego de las detenciones que hubo y que rompieron el pacto de colaboración e impunidad por las presiones que se ejercieron desde el gobierno estadounidense.

Sin embargo, es una versión que atendería a una franja de intereses y hay otros más vitales, que podrían llamar a cuidar las formas para incidir en la política electoral, sin hacer aspavientos, como bien lo señalan las investigadoras del CIDE.

Al tiempo.