Monterrey.- Desde las primeras invasiones a predios particulares en el norte de la ciudad, el Frente Tierra y Libertad, fincó una extensa zona de influencia política. De formación marxista, los jóvenes estudiantes Héctor Camero y Alberto Anaya, pugnaron por dotar de espacios de vida para miles de inmigrantes.
Les fueron conduciendo en la formación política. De ahí surgieron los primeros cuadros. Personajes cercanos a la cúpula. Con la fractura de ideales entre Camero y Anaya, Tierra y Libertad se dividió en una fracción moderada y una extremista.
En la parte moderada, el matrimonio de Alberto Anaya y Lupita Rodríguez, constituyeron los inicios del movimiento nacional validado como el Partido del Trabajo. De formación de izquierda, quienes han participado en el Congreso del Estado y en el Honorable Congreso de la Unión, acatan las negociaciones del binomio Anaya-Rodríguez.
Cada vez menos, Anaya representa la parte en relevo, apurado a decantar el mando del partido en Asael Sepúlveda. El ex periodista y ahora diputado local, espera paciente los tiempos de reformar al PT. Comenzar a retirar a todos los activos de mayor experiencia es su principal objetivo.
Sepúlveda y Rodríguez, todavía hoy, constituyen el bloque en venta. Sus votos en temas de izquierda, de conquistas sociales, dan al traste, cuando se alinean incomprensibles, con la sección más conservadora de Nuevo León.