La ASPAN es la versión análoga de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), alianza político militar entre países de Europa y de Norteamérica para la defensa y la seguridad nacional.
La ASPAN fue suscrita el 23 de marzo del 2005 por el Presidente Vicente Fox Quesada, tras una visita "de trabajo" a la ciudad de Waco, Texas, donde en realidad sostuvo una reunión de carácter trilateral con el Presidente de Estados Unidos de América, George W. Bush y con el Primer Ministro de Canadá, Paul Martin, en la que se anunció el establecimiento del ASPAN.
Dicha Alianza prosiguió con los gobiernos de Felipe Calderón Hinojosa y de Enrique Peña Nieto y sigue vigente hasta ahora, dando lugar a una cuestionable integración de nuestras fuerzas armadas con el Comando Norte de las Fuerzas Armadas Norteamericanas.
La firma de Fox para incorporar a México al ASPAN fue hecha a espaldas del pueblo y del Senado de la República. Así lo advirtió quien fuera su Secretario de la Defensa Nacional, el General Ricardo Clemente Vega García (qepd), en una comparecencia que tuvo el 13 de octubre del 2005 ante la Cámara de Diputados, al señalar que “ningún mando ni personal de tropa de las fuerzas armadas mexicanas estaría jamás bajo el mando de generales extranjeros”, rechazando de este modo y en ese momento que México se integrara al Comando Norte de las Fuerzas Armadas de los EUA.
“La convicción de los militares mexicanos desde que están en la Academia y hacen su Servicio Militar Nacional es no estar bajo el mando de generales extranjeros. Es una convicción a la que estamos obligados y que no podría ni debería negar como Secretario General Comandante de la SEDENA, ni el Almirante Secretario Comandante de la SEMAR, quienes por razón de disciplina, conveniencia o convicción hemos participado ya, ante las órdenes o el permiso del Supremo Comandante, en encuentros y maniobras con el Comando Norteamericano”, sostuvo hace 17 años el general Vega García.
A la fecha, México y Estados Unidos han suscrito múltiples acuerdos dentro del ASPAN, para fortalecer las capacidades de ambos en la defensa y la seguridad nacional, así como en mecanismos de cooperación en materia de operaciones, ejercicios, adiestramiento, educación, investigación, desarrollo tecnológico, inteligencia, vigilancia, tráfico y guerra, con el fin de consolidar los lazos de amistad, el clima de profesionalismo y de franca camaradería.
Sin embargo, según el Informe RL30172 del Servicio de Investigación del Congreso de Estados Unidos, dicho país es el que más intervenciones militares ha tenido en el mundo desde su Guerra por la Independencia. Tan sólo en América ha intervenido en 30 países, incluyendo México, y ahora en el actual conflicto bélico Rusia-Ucrania, donde inocentes pierden la vida.
¿Qué necesidad, o qué obliga a México a integrarse a las fuerzas armadas de otro país cuando las nuestras están dedicadas a preservar la paz? ¿Sabemos o no que los bloques militares arrastran a naciones al desastre con guerras sin sentido en su afán de dominar el mundo? ¿Es necesario sumar a la dependencia comercial la dependencia militar, en lugar de defender nuestra soberanía y desarrollar las potencialidades que ofrece nuestro pueblo, mares y yacimientos de petróleo, oro y plata, así como selvas, bosques, tierras de labranza y profesionista competentes en todos los giros productivos?
Con tan incisivas preguntas el doctor Juan de Dios Sánchez Martínez, a nombre del Colectivo Raúl Ramos Zavala, nos convoca a la ciudadanía para apoyar la solicitud hecha al Presidente de que instruya al Canciller Marcelo Ebrard Casaubón, proceda ante el Senado a desvincular a nuestra nación del ASPAN y de cualquier otra “alianza”, tratado militar o bloque armado.
Además, plantear al Presidente no presentar la iniciativa de reforma constitucional para adscribir a la Guardia Nacional al Ejército.
No es asunto nuevo el perder o entregar soberanía. Es ejercer la libre autodeterminación como pueblo mexicano y un derecho internacional público establecido en la Declaración de las Naciones Unidas.