PEREZ17102022

¡Una máquina de vapor en Alejandría!
José Ángel Pérez

(Extraído de un libro escrito para los maestros de Física y Matemáticas que próximamente publicaremos en La Galaxia de Gutenberg y también en la de Gibson.)

Monterrey.- Herón, ingeniero, físico y matemático que vivió en Alejandría después de Aristarco y Parménides, inventó ¡una máquina de vapor! Esto ocurrió después de la primera quema de la biblioteca. Lamentablemente, ya sea porque no se comprendió su importancia, o debido a la separación existente entre la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, este maravilloso experimento solo se empleó en una ocasión para abrir las pesadas puertas de un templo mediante el uso de vapor.

El ingenioso e incomprendido invento de Herón lo mostramos en el siguiente diálogo ficticio, basado en una realidad de gran trascendencia histórica.

Herón: ¡Amigos! Les presento mi más reciente invención: una máquina de vapor que puede transformar el calor en movimiento.

Ciudadano 1: Herón, siempre sorprendiéndonos con tus artilugios. ¿Qué utilidad tiene esta máquina?

Herón: Esta máquina puede abrir las puertas de un templo de manera automática, utilizando la fuerza del vapor. Imaginen puertas pesadas que se abren sin necesidad de la intervención humana.

Ciudadano 2: (Riendo) ¿Solo para abrir puertas? ¡Qué ingenioso! Pero, ¿para qué complicarse cuando tenemos esclavos que pueden hacerlo?
Herón: No comprenden. Esta es solo una demostración. La misma fuerza que abre las puertas podría mover carros o barcos. La energía del vapor puede reemplazar la fuerza de trabajo manual.

Ciudadano 3: Pero, Herón, tenemos esclavos y animales que hacen ese trabajo. ¿Para qué necesitamos una máquina que haga lo mismo? Es un juguete curioso, nada más.

Herón: No es solo un juguete. Esta máquina utiliza principios científicos que podrían revolucionar la manera en que trabajamos y nos movemos. Podríamos liberar a los esclavos y utilizar su inteligencia en lugar de su fuerza.

Ciudadano 1: (Escéptico) Liberar a los esclavos... Eso suena muy noble, Herón, pero la economía de nuestro imperio se basa en su trabajo. No hay necesidad de cambiar algo que ha funcionado por siglos.

Herón: (Con frustración) La economía puede evolucionar. Este invento es un avance significativo en la termodinámica. Imagina un mundo donde la fuerza del vapor mueve barcos y carros, donde el trabajo físico pesado es realizado por máquinas. Podríamos lograr tanto más.

Ciudadano 2: Eso suena como un sueño lejano, Herón. Los dueños de las tierras no estarán interesados en cambiar su modo de producción. Ellos prefieren seguir explotando la fuerza de trabajo de los esclavos.

Herón: (Suspirando) Tal vez las condiciones económicas y sociales aún no estén listas para mi invención. Pero les aseguro que, en el futuro, este concepto cambiará el mundo.

Ciudadano 3: Herón, tu pasión por la ciencia es admirable. Quizás en otra época se valore más tu máquina de vapor. Por ahora, seguiremos utilizando los métodos que conocemos.

Herón: (Resignado) Tal vez tienen razón. Pero algún día, esta máquina será reconocida por su verdadero potencial. Hasta entonces, seguiré soñando y creando.