Monterrey.- También él está en todas partes,
pero en el lado oscuro,
lejos de la luz.
En la inacabable corrupción,
en la lengua viperina de las suegras,
en la infamia del crimen organizado,
en el filo de quienes rasgan la inocencia,
en la ominosa traición de los judas,
en la estúpida guerra y sus imbéciles creadores,
en el desgarramiento de las mujeres violadas,
en el odio fecundo hacia los prójimos,
en la bala que hiere y mata,
en la sequía y en el saqueo,
en los nombres proscritos,
en el alma de los fratricidas,
en la política rastrera,
en los chismes y rumores que destruyen,
en los avaros agiotistas,
en la inicua miseria de los pueblos,
en los juegos baratos de poder,
en el insano proceder de las ratas de cuello blanco,
en la negligencia de los médicos,
en los falsos mesías,
en los maestros acosadores sexuales,
en el insoportable desamor,
en los corazones de piedra,
en el puño que agrede a los infantes violentados,
en la realidad real,
en la llaga del dolor ajeno,
en los niños con cáncer,
en la prostituida perversión de la noche,
en el sistema nervioso de los adictos,
en los úteros infértiles,
en los subterfugios de la
inmundicia humana,
en donde reina el mal...