Era tanta su afición al Rey de los Deportes, que en 1950 se integró al equipo SINATEL –Sindicato Nacional de Telefonistas–. Más todavía, al iniciar la emisora XEGW obtuvo licencia de locutor deportivo y entre 1957-1960 transmitió a través de la radio los campeonatos infantiles de beisbol de ligas pequeñas celebrados en Houston, Texas y Williamsport, Pensilvania. Entre ellos el célebre partido, donde el equipo de Monterrey obtuvo el Campeonato Mundial. Otra de las novenas donde militó Herón Sánchez fue El Heraldo de Victoria, junto a Bladimir Joch, Jorge Rodríguez, Blas Abundis, Abel García, Enrique Ávalos y otros.
Alrededor de esa época, figuraban en Victoria otras escuadras que se iniciaban en las ligas locales: Carteros y Maderería América y sus respectivos pitchers: Enrique Varela, Gabino Torres (El Martín Dihigo “Victorense”) y Rosalío Rodríguez. Ambos contaban con patrocinadores, quienes les facilitaban uniformes, guantes, pelotas y bates. Evidentemente, la economía de la post guerra se apreciaba en la carencia de accesorios entre los jugadores, no obstante “que el deporte cada día se arraiga más entre la juventud victorense y teniendo material humano, es injusto que estemos viendo jugadores descalzos todavía.”
La actividad deportiva victorense era verdaderamente asombrosa. Por un lado, numerosos jóvenes estudiantes de las escuelas Normal de Tamaulipas, Preparatoria, Industrial y Normal Rural de Tamatán, alcanzaron altos niveles de competencia en diversas disciplinas. Por ejemplo, en atletismo, ciclismo, box, basquetbol y volibol en las categorías varonil y juvenil. En este sentido vale recordar figuras más representativas a nivel nacional y estatal, algunos de ellos Jorge Aguilera, Cecilio Becerra, Santiago Durham, Juan Manuel Dávila y Eugenio Alvizo Porras.
Bajo estas circunstancias, en 1951 la capital tamaulipeca integró una selección de pelota caliente que se enfrentaba a equipos foráneos. Entre ellos al recién fundado Instituto Tecnológico de Monterrey, al que vencieron por la única carrera, anotada por los locales. El pitcher ganador fue Oscar (El Loco) Cuesta, quien logró parar con sus lanzamientos de rectas y curvas “a la gruesa artillería de los del norte”, aceptando únicamente tres hits. La solitaria carrera fue anotada por Mariano Rodríguez (El Charol).
Para 1952 habían surgido los equipos Maderería Medina y Comunidad Tamatán; además se habían rehabilitado los campos Caminos y Deportivo de la Escuela Normal Rural Lauro Aguirre. Los madereros tenían una buena reserva de pitchers, compuesta por Ricardo Abundis, Bibiano Porras y Lorenzo Escobedo, quienes gracias a sus lanzamientos de bola rápida los llevaron a ocupar los primeros lugares en el standing de la liga municipal. Incluso el Partido Acción Nacional se animó a promover un equipo de beisbol infantil.
Para entonces el juego de pelota había expandido sus dominios y se practicaba en las áreas rurales, colindantes con la capital tamaulipeca, donde cientos de aficionados acudían a ver jugar a sus equipos. Por ejemplo, la Hacienda de Benítez, El Barretal –con sus estrellas Wenceslao (El Palillo) y Ángel Maldonado– Hacienda San Juan, Santa Juana y los Cachorros de Santa Engracia, quienes se enfrentaban a sus aguerridos rivales de Victoria y de Monterrey. Además, en noviembre de cada año se celebraba el Campeonato Regional Santa Engracia, con encuentros de graderías llenas.
Era tanto el auge de este deporte en la década de los cincuenta, que los gremios de trabajadores y comercios patrocinaron sus propios equipos adheridos a la Liga Independiente Regional de Beisbol de Obreros y Campesinos de Ciudad Victoria, integrada entre otras novenas por Productos Lyla de Carlos Ensigna, Plantel Morelos, Servicio Dodge, Sección 25 de la Industria de Artes Gráficas, Indios de Tacho Remes, Sindicato de Meseros, Calaveras de Graciano Sánchez, Pintores, Estación Cerámica, Benito Juárez y Club Alameda.
Al célebre campo del Embarcadero, cerca de la Estación de Ferrocarril, se sumó el Campo de Aviación Viejo, donde por varios años, en juegos dominicales, matutinos y vespertinos se disputaban el campeonato de liga municipal. Existieron también los equipos Campesinos de Tamatán, Sociedad Alianza, Camino Real y Cachorros de la Mainero, este último comandado por Teodoro Abundis, quien se apoyaba en los jugadores Vicente Martínez y Elías Estrada.
La mencionada liga beisbolera se convirtió en referente para la promoción masiva de este deporte. Fue creada en julio de 1951 y su mesa directiva estuvo integrada por José Cruz Acuña, presidente; Silvestre Ábrego, vicepresidente; secretario Noé López Saldaña; sub secretario Antonio Fuentes; tesorero Carlos Ensigna; sub tesorero Anastasio; primer vocal Jorge Martínez; segundo vocal Onésimo Jasso.
Estos activistas del beisbol local se mantuvieron activos durante varios años. Sin embargo, de manera gradual la presencia de nuevos aficionados al Rey de los Deportes empezó a decaer, al surgir el equipo de futbol profesional Cuerudos, en la segunda división. En ese momento empezaron a surgir los nuevos ídolos del balompié regional, quienes se convirtieron en figuras de culto entre los aficionados.
El Nuevo Estadio de Beisbol
Derivado del notable desarrollo de este deporte, lo cual generó grandes expectativas entre los aficionados y quienes lo practicaban, en octubre de 1960, el periodista Arturo Mancha lanzó una iniciativa en la revista Victoria, donde exhorta al gobernador Norberto Treviño Zapata a la urgencia de construir un nuevo parque, considerando que: “en la metrópoli tamaulipeca existe una enorme afición al hoy vasallo de los deportes… así como el gran deseo de fomentarlo en toda la región por las difusoras locales XEBJ y XEGW.”
La respuesta del mandatario estatal fue inmediata. A finales de 1962, casi al concluir el sexenio de su gobierno, se inició la construcción de la nueva catedral beisbolera colindante con la avenida 16, entre Mina y Berriozábal. La obra correspondió a un novedoso diseño arquitectónico, fue concluida el 15 de septiembre de 1965 por el nuevo gobernador Praxedis Balboa Gójon, por lo cual se le asignó su nombre.
El parque fue demolido en 2014, luego de una tromba ocasionada por el Huracán Dolly. De acuerdo a las noticias de ese año, la azotea con diseño geométrico de hormigón armado se desplomó al acumularse en su superficie gran cantidad de agua de lluvia. En 2016, el gobernador Egidio Torre Cantú inauguró el nuevo estadio de beisbol en la Unidad Deportiva de Tamatán, con un sistema de modernas lámparas luminosas, pasto natural y capacidad de 2 mil 800 aficionados. Vale recordar que entre las grandes figuras que pisaron el antiguo parque de beisbol, destacan Héctor Espino, El Zurdo Soto, el cubano Liván Hernández, Leonardo Clayton, Nelson Barrara y el pitcher de grandes ligas Ismael Rocket Valdez.
(Fuentes: El Heraldo de Victoria/octubre 18/1952; entrevista con Héctor Herón Sánchez; Revista Victoria/octubre/1962; El Heraldo de Victoria/28 de octubre de 1952; Noticiero/23 diciembre/1947; El Heraldo de Victoria/28 noviembre/1951; EL Heraldo de Victoria/11 de julio/1952.)
* Cronista de Ciudad Victoria.