El presidente Felipe Calderón se mostró fuertemente conmovido con la muerte de Juan Camilo Mouriño, al informar del fallecimiento del secretario de Gobernación, en un mensaje a la nación dado la noche del martes 4 de noviembre en cadena nacional.
Mouriño, político de la nueva guardia, fue colaborador de todas las confianzas de Calderón, y por lo visto también un gran amigo. Por ello no hay duda que el gobierno panista investigará con rigor las causas del accidente de aviación en donde perdiera la vida el secretarió de Gobernación y José Luis Santiago Vasconcelos, otro personaje importante del sistema de justicia y seguridad del país, junto con otras personas.

Lo que no podemos estar seguros es que las conclusiones de la investigación lleguen a la Opinión Pública; incluso, en caso que así sea, habría que esperar a que la ciudadanía crea a la versión que le dé el gobierno. Aun hoy no existe consenso respecto a los autores intelectuales de la muerte de Luis Donaldo Colosio, el Cardenal Posadas y Francisco Ruiz Massieu.

En el imaginario social hay ya dos versiones. La más probable y quizás para muchos la menos creíble, es pensar en un accidente producto de una falla mecánica o humana. Recordemos a Ockam.

La segunda es pensar en un complot para asesinar al funcionario. Y en esta segunda opción, la lista de los autores intelectuales no sería muy larga. En ella estarían en primer lugar los capos mexicanos del narcotráfico, luego las poderosas bandas del crimen organizado que operan a sus anchas en nuestro país, y no faltaría quien -en un momento de delirio- quisiera agregarle a la lista el nombre de Andrés Manuel López Obrador, reconocido enemigo político de Mouriño. Pero lo anterior es con relación a la Opinión Pública, una entidad confusa, olvidadiza, bastante manipulable y no siempre efectiva.

Otro punto que merece reflexión es sobre ¿cómo impactará la muerte del Muriño amigo y del Muriño colaborador en la mente y el corazón del presidente Calderón? En su mensaje donde anunció el fatídico accidente llamó a sus demás colaboradores a la unidad, a redoblar esfuerzos, a no doblegarse. ¿Doblegarse ante quién, sería un cuestionamiento razonable? ¿Ante los enemigos?

Por otra parte, ese llamado a la unidad, implícitamente ratifica lo que los comentaristas políticos reiteran continuamente: falta unidad en el gobierno federal.

Por todo ello habrá que estar atentos, más que a los informes oficiales sobre las causas del accidente aéreo, a las decisiones próximas de Calderón, y no sólo en la búsqueda del sustituto de Mouriño.  

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