No. 161 Miércoles 26 de Noviembre de 2008

Puede parecer un asunto sin mayor importancia, pero no lo es. Este "detallito" deja saber el desorden administrativo y político que reina en la administración estatal, empezando por el entorno de la gobernadora Ortega. Nos permite vislumbrar, también, la manera como se usa la cercanía física o la relación de trabajo con la Ñora del Justam para escalar peldaños en la estructura burocrática, a costa de la eficiencia y de los buenos resultados. Se los cuento.

El pasado sábado, el Diario de Yucatán publicó un pequeño reportaje en el que se responsabilizaba "a Jorge Canul Rubio, Secretario de Logística del Gobierno del Estado," del desorden ocurrido por el cierre de vialidades durante el desfile conmemorativo del 20 de noviembre. Me llamó sobremanera la atención que los editores del periódico hicieran mención de una "Secretaría de Logística", dependencia que no existe en la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo; como me llamó la atención, también, que un funcionario menor, formalmente encargado del mantenimiento de los autos y de los desplazamientos de la Gobernadora, hubiera sido el responsable de diseñar y coordinar el desarrollo del desfile, por encima de los secretarios de Seguridad, de Educación Pública, del Secretario de Gobierno, del Oficial Mayor o del director del IDEY.

Por aquellas cosas que sólo la fortuna puede explicar, el domingo por la mañana me topé con una barda de casi 100 metros de longitud, elegantemente coloreada de verde y blanco, con la siguiente leyenda: “Secretaría de Logística y Protocolo, Dirección de Operación, Mantenimiento y Eventos, Gobierno de Yucatán". Se trataba, ni más ni menos, de una barda que circunda enorme corralón para el cuidado y mantenimiento de vehículos automotores, que se localiza en las inmediaciones de "El Fénix", a espaldas de la Prepa 1. Estaba a la vista la prueba irrefutable de que la dependencia existe; existe en tanto tiene nombre, presupuesto, personal y ¡tareas que cumplir!

 La pregunta que cabe es, ¿cómo diablos surge, se consolida y opera una dependencia estatal cuya existencia no está avalada en la ley? Bueno, bueno, tendremos que aceptar que no está avalada por una ley constitucional, pero existe y opera gracias a las leyes de la política y de la alta burocracia.
 
Ni duda cabe que la cercanía personal que representa choferear la camioneta de la Gobernadora o de acompañarla cada día, en todas sus giras y desplazamientos terrestres, esa cercanía le permitió al señor Canul Rubio pasar por encima de formalismos legales y de estamentos burocráticos para erigirse en SECRETARIO de GOBIERNO, conformando de paso una SECRETARÍA con diversas direcciones, a juzgar por el testimonio gráfico. Y como la gobernadora Ortega acostumbra andar en Babia, pues don Jorge Canul, ni tardo ni perezoso, se ha valido de ausencias y de cercanías para encaramarse sobre los secretarios auténticos, birlándoles atribuciones y concentrando funciones, seguramente con la muletilla que suelen utilizar los vivales: "por órdenes de la señora".

Imagínense los y las lectoras el poder que debe concentrar este empleadito de cuarto nivel si, al paso del tiempo, se ha encargado de organizar los ACARREOS, las movilizaciones masivas que, por costumbre, acompañan a la Seño de los Cochis en sus giras y que implican gastos monumentales en camisetas, tortas, refrescos, "gratificaciones", renta de camiones y combis, de sillas, toldos, equipos de sonido, etc., etc. Imagínense el poder político que debe concentrar este pseudo-Secretario nada más con las llamadas telefónicas a los alcaldes para afinar detalles de las movilizaciones masivas (y las asignaciones "del recurso”, como se dice en la jerga de los mapaches) que se han hecho, cada jueves y domingo, en los eventos de relumbrón, que son la debilidad populista de nuestra Gobernadora ídem.
 
Les quise hacer llegar estas fotografías y estas reflexiones sobre un caso de influyentismo y desorden, muy menor por sus repercusiones, pero que nos da una idea del descomunal desorden que impera en la administración estatal, en donde casos como el de Jorge Canul Rubio se quedan chiquitos ante los excesos de "La Lupe" y su fiel Cornelio; o los caprichos del temperamental Tirzo; las loqueras del cuñado cómodo, Héctor Cabrera (a) "Rambo"; o, todavía peor, ante los planes sucesorios de los BEBESAURIOS, el grupo faccioso que regentea (hasta el día de hoy; mañana, Dios dirá) Rolando "Tonton Macoute" Zapata.

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