uindlib
530
4 de mayo de 2010
15diario.com  


 

Migración e interculturalidad

Héctor Franco Sáenz

“Si el norte fuera el sur”, decía Arjona, cantautor guatemalteco hace ya algunos lustros, para parodiar las diferencias que se presentan entre las formas de vida y los niveles socioeconómicos existentes entre ambos hemisferios.  

 

Hoy, a fines de la primera década del siglo XXI, se puede decir al menos que “el norte es el sur”, aunque éste no es el norte, dada la enorme diversidad de orígenes, credos, lenguas, razas, etc., en suma: la diversidad cultural, que se vive, con mayor acentuación en las grandes ciudades del mundo, pero fenómeno que no es ajeno a ciudades y regiones específicas del orbe.

 

Encabezando este fenómeno de “mundialización” encontramos a los Estados Unidos de Norteamérica. Dentro de grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles, San Francisco, Dallas o Houston, entre otras, la presencia y participación activa en los diferentes renglones de la sociedad, sociales, políticos o económicos de personas provenientes de diferentes lugares del mundo, es sumamente notoria. Por sus orígenes Obama viene a ser el ejemplo más claro del fenómeno descrito y refleja la contradicción por la xenofóbica ley contra los migrantes en Arizona.

 

La mundialización de las migraciones, no es exclusiva de los EUA, lo mismo se puede apreciar en Europa y en sus grandes capitales como Londres, París, Madrid, Roma o Atenas, y muchas otras con menor número de habitantes pero no por eso menos importantes, como Barcelona. En todas ellas forma parte de la nueva realidad mundial la población con diferentes tonalidades de piel, diversidad de orígenes, y ayuda a conformar sociedades pluri-étnicas y multi-culturales.

 

Un hecho interesante a resaltar es la forma en cómo se empieza a desarrollar este fenómeno y la manera en que se inserta en el presente. Los grandes flujos migratorios en determinados países, como por ejemplo Inglaterra y Francia, lo constituyen personas originarias de sus antiguas colonias, baste citar por ejemplo, a la India en el caso del primero y a Argelia y otros lugares del norte de África, en el caso del segundo. Estas regiones, al ser eliminado el colonialismo, pasaron a imprimir su sello a quienes por largo tiempo los dominaron, lo cual es sumamente evidente en los casos mencionados. 

 

Otra de las fuentes de las migraciones contemporáneas que van a dar al norte, se encuentra de manera más notoria en el caso de ciertos países europeos, como España e Italia, que por la baja de sus tasas de natalidad, permitieron y en cierto momento hasta promovieron la llegada de personas de países americanos, como Ecuador, Perú y Bolivia, todos de la región andina, y Guatemala, en el caso de Centroamérica.

 

Así como en Nueva York, la colonia de migrantes mexicanos más importante es la que tiene sus orígenes en Puebla, participando en la construcción y diversos servicios, comercios y restaurantes.

 

En España e Italia es común ver en hoteles y restaurantes a empleados de origen centro y sudamericano, migraciones de alguna manera legítimas dado que luego dieron paso a las nuevas olas de migrantes provenientes, de China, que se asientan en varios países de la Europa central y del Este, o los que tienen sus raíces en el continente africano.

  

Entre este último tipo de migrantes resulta interesante ver la manera cómo en las calles de Nueva York, Roma, Atenas o Madrid, por ejemplo, a personas provenientes de Ghana, que de manera ilegal, se dedican a la venta de mercaderías, gorras, bolsas y lentes que colocan en las banquetas, siempre vigilantes por si llega la policía para envolver sus cosas con rapidez y emprender la huída. Como se presenta lo anterior, pareciera ser que forman parte de una red mundial de explotación de este tipo.

 

En el caso americano las migraciones han tenido lugar con mayor incidencia en determinados momentos, la primera, originaria pudiera decirse, de españoles y portugueses en el periodo de conquista y luego con motivo de sucesos políticos, como el nazismo, que dieron lugar al surgimiento de “pueblos europeos” en América, como sucede en Chile, Uruguay, Paraguay, Brasil y Argentina, cuando arribaron a América huyendo de la guerra de que fueron víctimas, o de la persecución por haber participado en las fuerzas represivas.

 

Así, como en el anterior caso descrito han llegado los españoles a México, quienes después de la migración originaria y otras oleadas en el siglo XIX, por factores políticos llegaron en 1936 o 1938, por la guerra civil en España.  

Esa migración, así  como la de chinos desde principios del siglo XX y las de judíos, italianos, sirios o libaneses durante las primeras décadas del pasado siglo, aunadas a las de las últimas décadas, han dado un nuevo rostro a la identidad de lo mexicano, con rasgos aparentemente imperceptibles pero que han dejado huella, y que si se suma a nuestro pasado indígena, forman parte de una nueva realidad multicultural.

 

La sociedad entera debe estar atenta a lo antes dicho, por la forma en que se expresa en los diferentes aconteceres sociales, pero particularmente el sistema educativo debe avanzar en poseer una visión intercultural, formar a los profesores con esa perspectiva y asumir de que la educación intercultural no es solo la atención especial que se brinda a las comunidades indígenas que se han asentado en Monterrey y su área metropolitana en las últimas décadas.

 

Para compartir, enviar o imprimir este texto,pulse alguno de los siguientes iconos:

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

marchaind

 

marind

 

angular

q77s