ANÁLISIS A FONDO
La confusión de las cifras
Francisco Gómez Maza
INEGI y Banxico, el maquillaje de la economía
En la penumbra, el país se ve más bonito
iudad de México.- Leer los comunicados del INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática) es un reto para los reporteros no familiarizados con el lenguaje críptico del
economicismo, esa “técnica” empleada por los propagandistas gubernamentales para informar y
no informar a la vez; para dejar las cosas en la penumbra; para no hacer olas, lo cual puede lograrse mediante la confusión.
Más difícil es interpretar los datos y cifras, como ocurre cada vez que el Banco de México (Banxico), la Secretaría de Hacienda o el INEGI “informan” del comportamiento de la economía nacional. La semana pasada, sucedió con el comunicado del INEGI-Banxico en torno al Índice de Confianza del Consumidor. Unos periódicos publicaron la versión de que la confianza se recuperó; otros, que bajó; otros se hicieron bolas.
Al final del día, nada quedó en claro entre la mayoría de los lectores. Bueno, en realidad no había quedado claro entre los reporteros que intentaron la nota. Claro que a los agentes del gobierno les conviene que no quede nada claro. La ignorancia es aprovechada para controlar el malestar de los ciudadanos.
El boletín 421/11 no es claro. De por sí el lenguaje de los economistas fue inventado para que no lo entienda nadie. Ni ellos.
Pero trataremos de hacer un ejercicio para entender qué quisieron decir los economistas del INEGI:
Para ello hay que ver con lupa lo que en el boletín de prensa fechado el 4 de noviembre pretendieron comunicar el INEGI y el Banco de México:
Hay en él un rubro denominado: Comportamiento de los componentes del Índice de Confianza del Consumidor: Cifras originales.
Aquí les va:
El Índice de Confianza del Consumidor, en su serie original, se situó en 90.6 puntos en octubre de 2011, nivel superior en 1.6% respecto a la cifra registrada en igual mes de 2010. Aparentemente, la confianza de los consumidores se habría recuperado. Positivo.
Pero el comportamiento anual de los cinco componentes parciales que el INEGI y el Banxico integran para medir el Índice de Confianza del Consumidor fue el siguiente:
Confianza de los integrantes del hogar en el momento actual: El indicador que mide la situación económica de los integrantes del hogar en el momento actual, con relación a la que tenían hace doce meses, alcanzó 93.8 puntos en octubre de 2011. Este nivel fue superior 2.3% en comparación con los 91.7 puntos registrados en octubre del año previo. Positiva.
Confianza de los integrantes del hogar frente a lo que pueda ocurrir dentro de un año: El componente relativo a la situación económica que se espera para los miembros del hogar dentro de doce meses, respecto a la que registran en el momento actual, se situó en 99.7 puntos en el décimo mes de este año, lo que significó un aumento de 0.9% sobre el nivel obtenido un año antes. Positiva.
Percepción de los consumidores de la situación económica para hoy: En octubre de 2011, el componente que mide la percepción sobre la situación económica del país hoy en día, contrastada con la que prevaleció hace doce meses, resultó de 86.8 puntos, cifra (-)0.6% inferior a la observada en el décimo mes de 2010. Negativa.
Confianza de los consumidores sobre la situación económica para dentro de un año: El indicador que capta la percepción de los consumidores sobre la situación económica del país dentro de doce meses, respecto a la actual, se ubicó en 93.9 puntos en octubre del presente año. Este nivel se redujo (-)4.5% en comparación a los 98.3 puntos obtenidos en igual mes de 2010. Negativa.
Confianza de los integrantes del hogar para comprar bienes duraderos: El indicador que evalúa las posibilidades en el momento actual por parte de los integrantes del hogar, comparadas con las de hace un año, para comprar bienes durables, tales como muebles, televisor, lavadora y otros aparatos electrodomésticos, alcanzó 78.7 puntos en octubre de 2011, dato 13.1% superior al de 69.6 puntos registrado en el mismo mes de 2010. Positiva.
¿Quedamos en las mismas?
En muchos de estos menesteres de la economía, nada es verdad ni es mentira; todo es según el color del cristal con que se mira. Claroscuros, como en la vida misma. Lo importante es aclarar los claroscuros. No tratar de engañar a nadie. Y menos, intentar confundir por razones políticas. Seguro que hay sectores de la ciudadanía que no tienen por qué no tener confianza. Seguro que habrá muchos, miles, millones, que desconfían.
