Ciudad de México.- Mientras el matrimonio Calderón-Zavala era prácticamente enterrado en el basurero de la historia, por la negativa de las autoridades jurisdiccionales de otorgarle el registro de partido político a su asociación, conocida como “México Libre”, y el conflicto entre Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado por la dirigencia de Morena hacía historia, la economía nacional daba muestras de que puede recuperarse más pronto de lo que los pesimistas aseguran.
Uno de los síntomas de mejoría es la relativa estabilidad que ha mostrado el tipo de cambio peso-dólar EU. Este jueves 15 de octubre, la divisa estadounidense abrió en $21.45 pesos en los mercados internacionales (Forex)., como lo registró la agencia especializada en economía y finanzas, investing.com.
En los mercados trascendió que Steve Mnuchin, secretario del Tesoro de EU, y Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes, tuvieron una nueva reunión acerca de los apoyos económicos, en la que salieron a la luz las diferencias. Los hechos negativos de la economía estadounidense se reflejaron, no obstante, en las expectativas cambiarias de los mercados mexicanos, ya que la cotización de la moneda mexicana pasó de un aproximado 21.37 pesos por dólar a 21.45, afrontando una relativa volatilidad, ya que en los bancos el precio del dólar alcanzó su nivel más alto a la venta en los $22.50 en Banbajío, mientras que el más bajo a la compra estuvo en $20.15 en Banorte e IXE.
Mientras tanto, las perspectivas sobre la economía mexicana, vistas por los economistas del Fondo Monetario Internacional (FMI) indican que el Producto Interno Bruto de México caerá 9 por ciento este año, pero inmediatamente crecería, en 2021, en un 3.5 por ciento y retomará crecimientos en promedio de un 2 por ciento, a partir de 2022. El gobierno del presidente López Obrador estimó, en su toma de protesta, en diciembre de 2018, un crecimiento promedio de 4 por ciento anual, pero tal estimación, como todas las estimaciones de los expertos en general, no pasa de ser una expectativa.
La recuperación económica mexicana avanza a "dos velocidades", con un rebote de las manufacturas, derivado de la demanda externa, aunque con un débil comportamiento doméstico. Por otro lado, las ventas mexicanas a los mercados externos han venido registrando buenos resultados no obstante el lastre que representa la pandemia de coronavirus.
Entre enero y agosto, México envió el 82 por ciento de sus exportaciones no petroleras a Estados Unidos, su mayor socio comercial, de acuerdo con los reportes oficiales y es que, en honor a la verdad, sin apasionamientos políticos, México cuenta con una política macroeconómica "sólida", con acceso a los mercados internacionales.
Recientemente (el 5 de este octubre), la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador convino con las cúpulas empresariales en lanzar 39 proyectos de infraestructura, que implican inversiones por unos 297, 344 millones de pesos (cerca de 14,000 millones de dólares).
Con tales inversiones se reactiva un casi archivado Acuerdo Nacional de Infraestructura, alianza pública y privada que fue anunciada en noviembre de 2019, y que compromete recursos por 859.000 millones de pesos (unos 40.000 millones de dólares).
Este plan de inversiones público-privadas es sin duda muy positivo y hará historia, en medio de las negras noticias con las que hemos desayunado la mayor parte de un año de miedos e incertidumbre por los graves estragos de la pandemia.