GOMEZ12102020

Consulta popular en Hidalgo: las urnas hablan
Pablo Vargas González

Pachuca.- La puesta en marcha por primera ocasión de la Consulta Popular como un mecanismo de participación ciudadana en México ya hizo historia. Se puso a prueba el tamaño y alcances de la democracia que se práctica en el país y el proceso político muestra que aún no alcanzamos mayoría de edad, una gran parte de la población no tuvo la información y también hubo detractores que sistemáticamente descalificaron este nuevo ejercicio ciudadano.

     Por cierto impulsada en el sexenio de Peña Nieto, la Consulta Popular es un mecanismo que amplía las formas de participación ciudadana, hasta ahora solo había una “democracia representativa” limitada que en la historia de México está plagada de fraudes electorales a nivel nacional (1952, 1988, 2006) y los estados a nivel de gubernaturas y municipios donde imperaba la hegemonía priista que como los galleros de Jalisco: “siempre ganó y sino arrebato”, lo hemos visto hasta muy reciente en 2020 en Hidalgo.

     Poner en la mesa como primer tema el “juicio a los ex presidentes” de los últimos treinta años (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón Peña Nieto), de inmediato causó polémica y polarización pero no por el significado que tiene poder opinar sobre qué hacer ante la impunidad en que obraron con un sistema autoritario sino porque obviamente los partidos políticos y más que nada las elites beneficiadas con el sistema social y económico que impulsó el PRIAN fueron los que se opusieron, hicieron vacío y solo en redes sociales y medios oficiales y pasquines

     Fuera de la discusión malsana los saldos de este primer ejercicio de “democracia directa” son positivos. De acuerdo con la Ley Federal de Consulta Popular, el Instituto Nacional Electoral (INE) es el encargado de realizar la difusión, organizar, instalar casillas y hacer el cómputo nacional y distrital de las consultas. Sin embargo, la actual presidencia y algunos consejeros fueron desde el primer momento omisos y renuentes en clara confrontación con López Obrador, situación institucional inédita. Esto derivó en que se instalaran 60% menos de casillas y no hubiera la difusión que marca la ley.

     Ante un padrón electoral enorme de 93. 6 millones de electores solo salió el 7.11% que representan la nada despreciable cantidad de 6,663, 208 de mexicanos. Es de destacar la votación por estados: donde gobierna Morena y donde tuvo triunfos recientes se registró la mayor afluencia: Tlaxcala, Tabasco, Guerrero, Oaxaca y Ciudad de México y fueron notables los estados donde gobierna el PAN la menor afluencia: Chihuahua, Nuevo León, Guanajuato y Jalisco.

     En este contexto, resalta la participación de la consulta en el estado de Hidalgo, ocupó el sexto lugar de participación: la asistencia fue del 10.3% de un total de 2, 252, 555 del listado nominal, lo que representaron 233, 079 hidalguenses que salieron a votar. Se puede decir que fue todo un acontecimiento a nivel de la democracia local ya que a pesar de varios factores, el número es relevante; hay que decir que solo se instalaron 1, 362 secciones electorales de un total de 3, 978 casillas que se instalaron en junio pasado, es decir no se instalaron el 66% de casillas que fueron compactadas.

     Los aspectos que pudieron afectar la poca influencia es: la desinformación, los medios de comunicación local hicieron vacío hasta el final, ni siquiera la radio y TV estatal fueron garantes de dar la información de una consulta legal y organizada por el poder público; en lo que corresponde al INE no dio información de la compactación de casillas solo dio información en internet, esto fue para el acceso de derechos en el medio rural principalmente y para la gente de escasos recursos, en municipios llamó la atención que la selección de casillas se hiciera no en lugares poblados sino en lugares aislados, la gente tenía que trasladarse una o dos hora para votar. En fin.
No obstante para una entidad como Hidalgo donde ha sido hegemónica la política autoritaria, la participación ciudadana tiene semillas de potencialidad democrática, sobre todo para el futuro inmediato, la disputa de la gubernatura en 2022. Se están cayendo las estructuras del viejo régimen en Hidalgo, son los ciudadanos, desde abajo y desde la gente, los que lo están logrando tras décadas de miseria y mal gobierno. Las urnas hablan, su voz parece inapelable.

GOMEZ12102020

HORIZONTE CIUDADANO
Derrota o victoria
Rosa Esther Beltrán Enríquez

Saltillo.- Los resultados de la primera consulta ciudadana levantaron un torbellino de opiniones que se movieron en calificarla como una victoria o un fracaso, ya que según el primer conteo del INE estuvo entre una mínima de 6 millones 622 mil y una máxima de 7 millones 250 mil personas, cuando la ley establece que para darle validez y que resulte vinculante debe de llegar al menos al 40 por ciento de los ciudadanos registrados en el Padrón electoral.

     Una victoria o una derrota, según la ley (artículo 35-VIII) sería una derrota, pero, conviene aclarar que entre el 89 y 96 por ciento de los sufragantes se votó de manera afirmativa, en tanto que menos de 2 por ciento se inclinó por el no y del 2 a 9 por ciento optaron por anular su voto, lo que le da un valor sobresaliente al sí y casi anula el no, ese es un logro, es una victoria contundente, pero ni el triunfalismo ni el derrotismo ayudan.

     El predominio del sí deja ver que los sufragantes están a favor del enjuiciamiento de los 5 últimos expresidentes por las masacres corrupción y tragedias que impusieron a la población mexicana; el Fobarpoa, la masacre de Acteal, la de Aguas Blancas, Ayotzinapa, la venta de los bienes nacionales y el enriquecimiento de los cuates de Salinas, los fraudes de Fox, la guerra de Calderón con los miles de desaparecidos y la venta de los bienes nacionales por parte de Peña, entre otros muchos crímenes cobijados por los 5 expresidentes, son agravios que no se olvidan y por los que se exige justicia, aunque, “La ley no se consulta, se cumple”, se convirtió en un mantra, pero ¿cuántos decenios tenemos esperando su cumplimiento? Esperan que el PRIAN la cumpla, qué ingenuos.

     Coahuila se situó entre las entidades con más baja participación en la consulta con un 5.09 por ciento de un padrón vigente de 2 millones 276 mil 476 personas, el distrito con mayor participación fue el 3 de Monclova con 6.45 por ciento, seguido por el 2 el de San Pedro con un 5. 92, el 4 de Torreón con 5.87, el 5 de Torreón con 5.24, el 1 de Piedras Negras con 4.65, Saltillo en el distrito 4, con 3,75 y el 7 también de Saltillo con 3.91 por ciento, el total de votantes del estado fueron 115 873.

     Lo evidente es que en Coahuila ganó el no al voto, los ciudadanos no salieron a votar, por razones de incredulidad, pereza, desinformación, por falta de acarreo, de despensas y almuerzos y promoción e interés del INE, todo lo que usted guste agregar.

     Contra las opiniones del fracaso esta fue la primera consulta popular ganada por la lucha de 40 años para abrir brecha a otros estilos de democracia directa, y a pesar de que no estaba prohibido hacerlo el tema no se tocó en las campañas electorales del 6 de junio, fue hasta el 15 de julio que comenzó su difusión, sólo 15 días y de manera muy exigua e insignificante y escasa, fue una forma velada y turbia de deslegitimar el proceso y así darle un golpe blando más al presidente de la 4T.

     Las víctimas de los 40 años de neoliberalismo estuvieron ausentes, no se orientó la mirada hacia ellas, lo que hubiera dado fuerza al proceso democrático de consulta, se ignoró su derecho a la justicia y a la verdad.

     La pregunta nunca convenció, ganaron los expresidentes y los corruptos que son sus camaradas y sus asociados; pese a ello, en todo el país ganó el sí. Esto no termina, la lucha sigue.