PEREZ17102022

COP28 ¿Adiós a los combustibles fósiles?
Yeminá Valdez-Samaniego*

Tijuana.- Como cada invierno desde del 30 de noviembre al 13 de diciembre del año pasado, se celebró la 28ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima. Estas reuniones también son conocidas como COP: Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Es destacable que, en esta ocasión, el país anfitrión de la COP28 hayan sido los Emiratos Árabes Unidos (EAU), y la ciudad de Dubái, la sede principal de las reuniones. Especialmente, porque de acuerdo con los datos del Observatorio de Complejidad Económica (https://oec.world), desde el 2021, los EAU se han convertido en el exportador número 6 de petróleo crudo en el mundo. Más sorprendente resulta, que haya sido aquí, donde finalmente se logró un acuerdo histórico, a través del cual las naciones se suscribieron a una agenda climática, que exige triplicar las energías renovables y duplicar la eficiencia energética para el año 2030, con la intención de consolidar una transición desde los combustibles fósiles, que logre el ambicioso objetivo de emisiones netas cero para el año 2050.

Detrás del Acuerdo de Dubái, hay un sinfín de reportes y trabajos científicos, realizados por diversas instituciones internacionales, como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), a través de los cuales se establece que, las actividades humanas, principalmente, a través de las emisiones de gases de efecto invernadero, son las causantes del calentamiento global, alcanzando actualmente, una temperatura superficial de 1.1°C por encima de la temperatura que había en la última mitad del siglo XIX. Por lo anterior, se sostiene la inminencia en la toma de decisiones para mantener o incrementar los esfuerzos que impidan el aumento de la temperatura superficial a 1.5 °C, para lograr el objetivo de mantener el calentamiento global por debajo de los 2 °C, un incremento, que no está de más decirlo, resultaría desastroso a nivel global. Tres de los principales gases de efecto invernadero, están directamente relacionados con el petróleo y los combustibles fósiles, estos son: el Dióxido de carbono (CO2), Metano (CH4), Óxido nitroso (N2O).

Hoy más que nunca, el trabajo de reflexión y de petición de cuentas cae sobre nosotros, el amplio público, la ciudadanía, el pueblo, como guste denominar a este sector que formamos nosotros, es decir, quienes no tenemos el encargo público de ser tomadores de decisiones para el bienestar nacional, pero a quienes nos afectan todas las decisiones, tomadas por acción u omisión por parte de nuestros representantes. Así, nos tocará estar atentos de los compromisos que adquiera nuestro Gobierno, en un tema tan importante como la transición energética y el cambio climático. Dentro de la COP28, Colombia hizo historia como el primer país latinoamericano en unirse formalmente a la alianza global de naciones que piden un Tratado de No Proliferación de Combustibles Fósiles, para prevenir el “omnicidio del planeta Tierra”; en palabras de Gustavo Petro: “No tengo dudas sobre qué posición tomar: entre el capital fósil y la vida, elegimos el lado de la vida” (https://fossilfueltreaty.org/colombia).


* Investigadora postdoctoral en El Colef.