Monterrey.- Gastó cuatro veces más de lo propuesto, fue el encabezado del periódico el Norte este lunes, a propósito del informe sobre la gestión federal 2019, que entregó a la Cámara de Diputados, David Colmenares, titular de la Auditoría Superior de la Federación, (ASF).
El documento se hizo público desde el sábado anterior. No quedó títere con cabeza, todas las dependencias tuvieron fallos. El mensaje sobreentendido fue que la corrupción de sexenios anteriores, se cambió por ineptitud en el actual gobierno.
La cancelación del aeropuerto Texcoco, resultó el triple del valor estimado, según la ASF.
El lunes a las 9 de la mañana, López Obrador anunció que dichos datos estaban equívocos, los iba a desmentir, e invitó a los auditores que lo hicieran antes.
El Informe se entregó para su aprobación o rechazo, al Congreso de la Unión, no al presidente de la república, sujeto de la auditoría.
La ASF no esperó a que el poder legislativo analizara el Informe. En menos de 12 horas aceptó que el reporte sobre el aeropuerto cancelado tenía inconsistencias metodológicas se iba a revisar y, en su caso, rectificar. La prensa no tuvo oportunidad de cambiar los titulares, mucho menos los columnistas anti, que ya habían mandado sus textos.
Ahora se pretende poner a su titular, Colmenares, como víctima del autoritarismo de la 4T. Él solo se puso la soga el cuello; es inconcebible dar reversa en 12 horas, a una auditoría que se realizó durante varios meses. Es de suponer que la investigación completa adolece de imprecisiones, perdiendo toda credibilidad. Si conoció todo el documento y lo aprobó, malo; si lo firmó sin haberlo leído, peor.
Antes que López Obrador, el presunto enjuiciado en el Congreso Federal –con mayoría del partido Morena– será David Colmenares.
Por inepto, corrupto, o por ambas razones.