Educación a distancia
Guillermo Berrones

Monterrey.- A raíz del Covid 19, la educación a distancia se ha convertido en la opción emergente más viable para formar y transformar a nuestros alumnos. No debe asustarnos esta variante de la educación.

     Comparto con ustedes dos casos particulares de los resultados al recibir una educación a distancia, en otras circunstancias y con una tecnología no tan avanzada como la actual, pero con resultados que nos permiten dimensionar esta opción:

     Mi padre, de una familia campesina con cría de ganado menor, estudió hasta tercer grado de primaria en su natal Victoria.

     A fines de los cincuenta, tras la muerte de mi abuelo, los hermanos se dispersaron. Y el rancho de Santa Teresita quedó en el olvido.

     Las opciones de trabajo eran difíciles para alguien que sólo sabía de cabras, leche y quesos.

     El cómic de Chanoc le ofreció a mi padre, en la contraportada, el anuncio de una escuela con varias carreras técnicas. Hemphill Schools, la escuela canadiense con cursos de educación a distancia, le permitió convertirse en electricista. En casa era frecuente la llegada del servicio postal entregando paquetes con cuadernillos para autoestudio y formación técnica. De aquellos cuadernillos mi madre también aprendió a reparar planchas y aparatos eléctricos de la época.
Mi padre recibió su diploma y la llave para posteriormente encontrar trabajo en CFE.

     La segunda experiencia de este tipo corresponde a un amigo empresario, exitoso, de Río Bravo, Tamaulipas: Marcelino Muñoz. Tras concluir sus estudios de secundaria y siendo parte de una familia numerosa, las opciones de continuar estudiando se redujeron. Al igual que mi padre, Hemphill Schools le dio la oportunidad de formarse a distancia como técnico electricista automotriz.

     Con el diploma obtenido abrió un pequeño taller en aquel lugar de la frontera. Al taller le siguió una refaccionaria. Luego una sucursal, otra, otras. Se consolidó en la frontera hasta romper las fronteras regionales para llegar a Monterrey y de Monterrey al resto del país.

     Un hombre con iniciativa, visión y proyección. Un hombre con un firme propósito de vida. Un empresario exitoso que actualmente comparte su experiencia a través de conferencias motivacionales y siempre convencido de que la educación es la ruta a seguir para lograr un cambio sustancial en el país.

     Entonces, la educación a distancia, puede ser tan efectiva como la presencial si está orientada con precisión en su objetivo y si es interesante para el individuo en formación. ¿O no?