¿Quién toma en serio al PRD en Sonora?
César del Pardo Escalante
La Paz, BCS.- Es muy común, no sólo en Sonora, que si se presenta una real alternativa popular, la izquierda formal reaccione inmediatamente; deberá usar toda su artillería a su disposición para evitar que los desplacen; así, como cualquier organización con intereses inmediatos.
En Sonora, lo que comúnmente se autonombra el campo democrático, es de lo más cínico que he conocido; todos saben y lo han dicho públicamente que el PRD se vende a los gobierno en turno; repito: todos lo saben y también saben que se pelean por candidaturas para quedarse con el dinero y también con las cosechas, si es que las hay, incluidas las regidurías.
Entre ellos tiene una disputa para ver quién es más sinvergüenza; ahí no hay discusión o análisis sobre la situación del país o del estado; aquí la bronca es balconearse de quién tranza en este momento con el Gobierno del Estado, quién tiene la interlocución con el mismo, porque de ahí se determina quién controla la franquicia (PRD); ahora se me hace extraño que le extrañe a quienes conocen perfectamente “las entrañas del monstruo” y se rasguen las vestiduras; léalo bien; por una regiduría, ¡por una regiduría! ¡Hágame el endemoniado favor!
Es algo ridículo, cómo podría decirlo… a ver si me sale: es como si dos ladrones todos los días se “echaran en cara” sus tropelías y unas veces más se dividieran por no compartir el botín; pero al último, con sentido común, saben que separarse no es la mejor de las ideas; así son: se conocen, se pelean, pero al último terminan contentos: nada que un buen pedazo de pan, queso y vino no pueda resolver.
En Sonora se hacen marcha (sobre todo en Hermosillo) y quienes entran en el Palacio de Gobierno… ¡son los mismos de siempre! Ó sea: toda la gritonería de los grupos está controlada; ¿y sabe otra cosa?: casi todos reciben dinero (así como lo lee) del Gobierno en turno, todos, incluido el eterno gerente del PT; todos y entre todos se acusan para ganarse la confianza de jefe en turno.
Recuerdo cuando nos pusimos a activar en Hermosillo: había un peón que nos tildaba y nos ironizaba de representar “la revolución encarnizada” y todos sabían que el PRD le pagaba por golpear y así se toleran porque se conocen mucha cosas y lo diré con todas las letras: cuando se dio la represión contra los activistas del Parque Villa de Seris, entre los detenidos estaba el comisionado de los derechos humanos de ese partido y priorizo su libertad dejando a las mujeres encarceladas, incluida a una adolecente; ¡imagínese el grado de degradación de esa supuesta izquierda!
Y así el PRD, el PT, Morena y otros grupillos, a veces se mezclan, pero nadie debe tratar de osar intervenir el territorio del otro; pues bien, en Sonora hay un proceso interesante que tomará forma y que debe advertírsele a los jóvenes y a la plebe de estos malhechores; sólo basta ver dónde quedó una generación de jóvenes que eran activistas en la Unison, para tener una idea de lo que significa el oportunismo, la claudicación y la socialdemocracia vestida de izquierda real.
A los militantes de izquierda honesta de Sonora, a los jóvenes y a las colonias populares les decimos que estamos ante la oportunidad histórica de construir una real organización de izquierda: democrática, clasista, socialista, que será el instrumento que nos ayudará a enfrentar los nuevos retos que la historia nos pone enfrente.
Es el momento de llamar las cosas por su nombre; nada con los partidos institucionales, no al PRD, no al PT, no a las organizaciones clientelares, no a los falsos insurgentes. Olvidemos esas cantaletas y no hay que estar involucrados en esos líos, que nada tienen que ver con la nueva realidad y con nuestras tareas y compromisos.
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