Saltillo.- Ir en contra de las nomenKlaturas o de las corporaciones económicas es peligroso, la sapiencia suele ser considerada patrimonio exclusivo de la experiencia y ésta, se cree, sólo es legado de los jóvenes casi adultos, los de la tercera edad o los ancianos.
¿Por qué disgusta tanto la voz de esta joven, casi niña Greta Thunberg? Es muy probable que la rabia surja de que los padres se vean cuestionados por sus hijos adolescentes, los padres que sienten que ésos a los que aún consideran niños, de golpe dejan de ser sus admiradores y discuten, cuestionan los patrones establecidos comenzando a construir su identidad, buscando su libertad y sin pensarlo exhiben la fragilidad del poder de sus progenitores y los enfrentan con sus frustraciones ¿cómo estos majaderos que apenas saben amarrarse los zapatos quieran explicarnos esas palabras que no podemos pronunciar?
Eso produce una rabia incontrolable: ¿qué me vas a enseñar a mí? de ahí las descalificaciones, es una loca, una marioneta en manos de sus padres, dicen.
Uno de los últimos magnates en manifestarse en contra de la adolescente sueca Greta Thunberg ha sido el presidente de Rusia, Vladimir Putin quien dijo: “Ve y diles a los países en desarrollo por qué deberían seguir viviendo en la pobreza y no ser como Suecia. Es una adolescente mal informada y utilizada por adultos, éstos deben hacer todo lo posible para no llevar a niños y adolescentes a situaciones como esas”; ha sido una de las opiniones más amplias y precisas en contra de Greta.
Del reclamo de Putin se puede inferir entrelineas que el cuidado del medio ambiente es una cuestión que sí se está practicando en algunos de los países desarrollados europeos sobre todo los que tienen dinero suficiente y lo invierten en instalar estaciones de tratamiento de aguas residuales para evitar la contaminación de los ríos, lagos, suelos y re usar el agua tratada; los que poseen incineradoras, la mejor solución para tratar millones de toneladas de residuos y generar electricidad con muy bajas emisiones a la atmósfera, todo esto es gracias al desarrollo de tecnologías para el cuidado de la ecología, lo cual es factibles si hay dinero.
Pero no basta que sean unos cuantos países los que tengan acceso a esas tecnologías y puedan contar con programas para cuidar el medio ambiente, porque el subdesarrollo, la dependencia económica, la pobreza y la desigualdad predominan en el planeta y los países desarrollados y ricos hacen muy poco para que el cuidado de la ecología se expanda hacia los países emergentes, un claro ejemplo es Donald Trump quien impuso a México la contención de las migraciones masivas con la amenaza de imponer aranceles a las exportaciones de México, pero ha sido incapaz de invertir un solo dólar para el desarrollo económico de Centroamérica, como si lo está haciendo el gobierno federal de Andrés Manuel López Obrador. En Saltillo tenemos 8 años esperando la terminación de la línea morada de agua tratada y nada.
La responsabilidad individual se ha diluido, ¿y yo que puedo hacer, a mi no me toda? para eso tenemos gobiernos que nos cuiden y cuiden el medio ambiente, y de esa forma eludimos participar en lo que es nuestro y así entregamos nuestra libertad al no involucrarnos en lo público, nos conformamos con votar y hasta ahí llegamos.
Los glaciares se deshielan día con día, el nivel de los océanos aumenta, pero la conciencia crítica no surge, los científicos no se movilizan en masa para socializar y contener las amenazas, tiene que ser una niña la que nos dice: ¡El mundo se acaba! Y no nos preguntamos, ¿por qué lo permitimos?