Coro2310

Instrucciones para sobrevivir a una inhabilitación
Gerson Gómez

Monterrey.- Jaime en reunión con Manuel se lo pidió. Necesitaban una cantidad monumental de firmas, credenciales de votar y personal. Manuel se reunió con los todos los Secretarios y les hizo saber de la urgencia de la encomienda.
Los Secretarios, todos sin excepción, al interior de sus organigramas, convocaron a los directores para ponerles fechas contra entrega.

     Hacia abajo en los puestos, desde los jefes de oficina hasta los modestos afanadores, para no quedar mal con sus jefes y con el gobernador, lograron reunir las firmas suficientes. Jaime forzado por el secreto a voces, en confrontación con algunos diputados locales, pidió permiso para continuar por la febril locura por la presidencia de México.
Manuel no dejó de apoyar, con toda la estructura del gobierno del estado de Nuevo León, la campaña de su jefe.

     Samuel, entonces diputado local, comenzó el show del juicio contra Jaime. Al recabar pruebas, envalentonado por la pésima campaña presidencial del gobernador con licencia. La desafortunada aventura de Jaime, con todas sus bravatas y frases de un personaje rupestre, lo puso a la par de la abstención en el porcentaje de sufragios.

     Regresó al gobierno del estado. Ya con la cuenta regresiva en contra. Jaime y Manuel son responsables. Lo son indudablemente. Como también sus Secretarios, sus directores, sus jefes de oficina. Y el único beneficiado de la novela del gobierno inútil de Jaime, es el siguiente gobernador: un joven bravucón, influencer y cínico.