CAMINO DE PIEDRA.

MOURIÑO: 49 DIAS

PARA MENTIR

Por: Asael Sepúlveda

Apenas 49 días necesitó el Secretario de Gobernación para contradecirse en cadena nacional.

El 17 de enero de 2008, en entrevista con Carlos Loret de Mola para el Canal de las Estrellas, Juan Camilo Mouriño, por entonces la estrella más brillante del firmamento político calderonista, afirmó que su familia tenía negocios con el gobierno desde que él era niño, pero que al meterse a la política, se había alejado de los negocios familiares. Apenas 49 días después, el 6 de marzo, reconocería haber firmado con Pemex unos contratos en representación de la empresa familiar, cuando ya ocupaba un cargo público de gran influencia en temas energéticos.

Legal o no legal, el representar una empresa que hacía negocios con el Gobierno mientras él mismo ocupaba un alto cargo en el mismo Gobierno, luce como algo fuera de orden, por no decir que contrario a la ética.

En 2002, cuando firmó contratos con Pemex en su calidad de representante de la empresa familiar, Mouriño iba en su segundo año como diputado federal. Y antes de eso, había sido diputado local en Campeche. Tuvo entonces un largo tramo en el que combinó negocios y política. Exactamente lo que negó el 17 de enero en la entrevista con Loret de Mola.

Pese a todas estas contradicciones, el Secretario Mouriño aparece hasta ahora muy arropado desde Los Pinos. Tanto a Mouriño como a su jefe, les ha de parecer muy modosito el Gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, quien renunció a su cargo el mediodía de este miércoles 12 de marzo, tan sólo porque se hizo público que contrató los servicios de una prostituta, lo cual en sí mismo no era ilegal, pero sí puso en vergüenza al funcionario. Desde el búnker de Bucareli, Mouriño dice y se desdice, mientras hace oídos sordos a las peticiones de renuncia de líderes partidarios, incluida la Presidenta de la Cámara de Diputados. Cosas veredes, Sancho amigo, que farán fablar las piedras.