GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Acecho
Tomás Corona

Monterrey.- Allí está siempre, como fantasma, como sombra, como tóxico veneno. Afilando sus garras, apretando los puños, rechinando los dientes, lamiéndose los labios, con los ojos inyectados de rabia, saboreando su inexorable, ventajoso y deletéreo triunfo sobre ti. El gran hermano, la bestia, el ojo omnipotente, el que sabe todo de ti, el temido monstruo, el lobo que devoró a Caperucita, el horroroso espectro, el dueño de tu destino, el manipulador de tu miedo. Puede ser tu amigo o tu enemigo, no le importa. Vive en el lado oscuro, donde reinan la envidia y la ponzoña, el desamor y el odio, la guerra y la tristeza, la traición y la desesperanza, la soledad y la indecencia, la infatigable e infranqueable muerte. Siempre está allí, mirándote, vigilando, desnudándote, observando, asfixiándote, siempre al acecho, como chacal en la oscuridad, cazador clandestino, depredador obsceno, presto a devorarte de una feroz dentellada. Solo puede vencerlo, de manera implacable hasta extinguirlo, un auténtico amor…