GOMEZ12102020

MICROCUENTOS PARA PENSAR
El loco
Tomás Corona

Monterrey.- Habita en un ánfora craquelada de cristal que se resquebraja con cualquier sutil contacto que deviene del mudo exterior. Gime su tragedia a cada instante sin darse cuenta la lástima y conmiseración que causa su incauto proceder. Nadie sabe si su malestar psíquico es genético o el medio ambiente hostil fue petrificando paulatinamente su otrora noble corazón. Todo su accionar se rige visceralmente sin siquiera percatarse del daño que se causa a sí mismo con su mórbida actitud. Refuta, sin pensarlo, todo lo que se dice, aun a sabiendas de su contumaz ignorancia. Su proceder innoble contamina de tristeza y frustración a quienes le aman provocando en ellos una feraz indolencia. Siempre, siempre está seguro de que hace lo correcto, aunque un sinfín de evidencias demuestre lo contrario. Jamás aceptará que se equivoca aun a costa de su propia vida. A todos les queda clarísima su histeria, pero a él nada le importa. Su raciocinio, cuando lo hay, apenas le permite entender su precaria condición existencial. Va rumbo al psiquiátrico, sin duda…