PEREZ17102022

MICROCUENTOS PARA PENSAR
“Has sido borrado”
Tomás Corona

Monterrey.- Sé que eres mi amigo y te aprecio mucho, pero no sé si vayas a dejar de serlo. Rebasaste, por mucho, los límites de mi paciencia y mis niveles de empatía y tolerancia. Me sorprende mucho tu actitud. Hasta cierto punto te desconozco, porque sé que eres un ser pensante y muy preciso en tus juicios, un brillante profesionista que ha triunfado en la vida.

Pero qué lástima, no me dejas otra opción (“has sido borrado”). Y acabo por descreer eso de que la política no debe destruir relaciones amistosas. Yo creo que sí, no tiene caso seguir leyendo y escuchando tus falaces e incongruentes argumentos. Cada vez que hablamos es lo mismo: sigues empeñado en convencerme de que “la luna es de queso”, o de que los reyes magos sí existieron, o de que tal o cual político es mejor, solo porque tú lo dices, aunque ni los conozcas. Ellos ni siquiera te imaginan y mucho menos te sueñan (como tú a ellos, porque tal parece que los llevas impregnados en la piel, como tatuajes) y menos me piensan a mí, ¿sabes? Tengo mis propios veraces, razonados y bien sustentados argumentos y me ha costado muchísimo trabajo construirlos. Ya me conoces, por eso me emputa que sigas tratando de darme “coco wash” o “shampoo de política”, por decirlo de alguna manera.

Te informo, “sin pena ni gloria” que acabo de eliminarte de Facebook, por tu declarada y peligrosa patología, tu enfermiza y vana pasión por la ultra derecha y tu recalcitrante fiereza para defenderlos; manifiestas en ese abominable y pernicioso afán de criticar a los políticos que no son de tu agrado, o cuyas ideas no concuerdan con las tuyas. Te aclaro una vez más. No soy ni “amlover” ni “anti-amlo”, simplemente un ciudadano que piensa de manera objetiva y analítica, un cuidadoso observador, un libre pensador pues, igual que tú, o al menos eso suponía, pero ya veo que no, eres una víctima más de la mercadotecnia perversa en la que todo se compra y se vende, incluso el amor.

Moraleja. No se crean todo lo que les envían ni lo que aparece en su celular, (infinidad de cuestiones políticas en estos aciagos tiempos), a veces sin siquiera solicitarlo.