PEREZ17102022

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Huella de abandono
Tomás Corona

Monterrey.- De alguna manera todos estamos marcados, herrados en el alma con el fierro candente de la huella de abandono. Nos abandona Dios, el padre, la madre, la esposa, el esposo, los hijos. Solo perduran los tórridos amantes. Nos abandonan los amigos, los parientes, los compadres, los colegas, los vecinos, los admiradores , las novias, los alumnos, los amores lejanos. Incluso los enemigos terminan por olvidarnos.

Nos abandona la fe, la suerte, la esperanza, el bienestar, la alegría, la salud, el amor. Solo permanece el dolor impío.

Hasta los camiones urbanos nos desamparan. Hoy me percaté de ello cuando una pobre anciana fue literalmente abandonada tres veces por los infames choferes del camión que esperaba; pero cuando la lujuria impera, es decir, si hubiera sido una muchacha de piernas largas, la hubiesen levantado de inmediato.

Moraleja: todos te dejan, te olvidan, incluso tú también puedes olvidarlos; pero nunca, nunca te abandones a ti mismo, eso es primordial para la subsistencia diaria que se vuelve eterna.