CORONA240820201

MICROCUENTOS PARA PENSAR
Inconsciencia ecológica
Tomás Corona

Monterrey.- Sin pena ni gloria, de vez en cuando me armo con una bolsa negra mediana y cuando camino por esos andurriales en mi intentona de practicar el senderismo, voy recogiendo los desechos que mis cochinones prójimos dejan o van dejando a la vera del camino: botellas de plástico, bolsas de frituras, papeles, pequeños objetos inservibles, entre otras menudencias. Dejo la bolsa llena en el lugar adecuado y el servicio de limpieza municipal tarda a veces semanas en recogerla. Así de mal andamos en ecología, me atrevo a afirmar que bien reprobados.

     La situación es grave y la fórmula para entenderlo es muy sencilla: Si una persona tira un papel o cualquier otro tipo de basura en la calle, no hay ningún problema. Pero somos más de 5 millones de personas en Nuevo León, ¿me explico…?, ¿ve usted la magnitud del problema...? Se requeriría un servidor público que limpie por cada ciudadano inconsciente que ensucie y aun así el problema se torna interminable. ¿Por qué afirmo esto…?

     A los pocos días, vuelvo a pasar por los mismos senderos y allí está la misma basura, es un decir, como guiñándome un ojo para que la recoja de nuevo en mi bolsa y lo hago y siento y presiento que eso no se va a terminar hasta que la familia, la escuela, la sociedad entera, desarrollen una auténtica conciencia ecológica en todos los nuevoleoneses y en todos los terrícolas también… Moraleja: una ciudad limpia no es la que más se limpia, es la que menos se ensucia.