Monterrey.- ¡Para nada…! Aunque los planteles educativos (un buen porcentaje de ellos) se estén cayendo a pedazos (desde antes de la pandemia), el área de recursos materiales jamás ha podido mantener dignamente a las escuelitas de educación básica, todos los profesores saben por qué. Además, se asignó un buen de millones para el mantenimiento de los edificios escolares durante la pandemia, pero mágicamente se esfumaron. Muchos de ellos carecen, aun hoy, de los servicios básicos, como agua y luz, aunque por enésima vez los directivos hayan enviado oficios a la Secretaría de Educación estatal y a los municipios correspondientes, la respuesta sigue siendo nula.
Confirmo que el 100 % de las instituciones educativas (educación básica) carece de un buen servicio de internet que de abasto a todo el espacio que ocupa la escuela, aunque existe una Coordinación de Tecnología Educativa en la que tampoco se ha hecho absolutamente nada para apoyar a los profesores durante la pandemia y mucho menos para remediar esta grave situación. Esta de mas decir que, sin un servicio eficiente de las redes en general, es prácticamente imposible que las clases sean efectivas, a menos que los padres y maestros sigan costeando esa prestación que debería ser otorgada por el gobierno del estado, como lo han estado haciendo.
Apadrinar una escuela implica un compromiso con la marca correspondiente, además solo cortar la hierba y pintar el edificio ayuda poco, de hecho, muchos directores proactivos han mantenido sus escuelas en muy buen estado, arriesgándose a darles mantenimiento durante los mas de dieciocho meses que ha durado la pandemia. Los profesores también pintan, barren, sacuden, cortan hierba, reparan bancos, entre otras múltiples actividades que no les corresponde hacer. ¿Y los programas adaptados a la virtualidad, a la nueva enseñanza y aprendizaje híbridos, donde están…? Mejor ya no le sigo con este cuentecillo real porque la lista de pendientes se antoja interminable…