Dallas.- (Diario de la cuenta regresiva, octubre 15, faltan 20 días para las elecciones en USA el 3 de noviembre). Se me puede indicar que en todas las encuestas nacionales Joe Biden supera a Donald Trump, pero en este país enmarañado en su sistema electoral no gana el que tiene más votos populares.
Hace cuatro años Hillary Clinton obtuvo en las urnas más de dos millones de votos que los que recibió Donald Trump, pero perdió en el colegio electoral. Yep, acá la presidencia la deciden los votos de los delegados de cada estado en el colegio electoral. Mire usted: El colegio electoral se compone de 538 delegados que representan a cada estado según el tamaño de su población votante. La elección la gana el candidato que obtiene más de 270 delegados a su favor. Este tema lo abordaré en mi siguiente colaboración.
Hoy quiero apuntar sobre una preocupación que crece, y crece tanto que hay quienes llegan a mencionar que puede desatarse una guerra civil. En serio. Para que en este noviembre no ocurra el desmadre vaticinado por Trump cuando pierda las elecciones, Joe Biden necesita ganar como lo hizo Andrés Manuel López Obrador en México, de manera apabullante, de tal modo que no deje lugar ya no solo a dudas sino a triquiñuelas electoreras o, peor, a un conflicto violento y catastrófico.
Si usted considera el peor escenario cultivado la noche del tres de noviembre puede ver que la pugna electoral se podría descarrilar en un final de violencia.
Lo que hoy se puede prever con certeza es lo que ya anunció Trump, el resultado de la presidencial lo cuestionará. No preocuparía si esperáramos lo que debiera suceder en un proceso limpio: Un litigio en la Corte Suprema. Lo que preocupa es una posible espiral de violencia tan indeseable como (aparentemente) absurda.
Estas elecciones presidenciales pueden transformarse en un polvorín. El peor escenario es una confrontación armada, no olvide usted que este país tiene muchas más armas que habitantes. Uno no puede dejar de mencionar que el supremacista blanco que ocupa la Casa Blanca, durante los cuatro años que lleva en el cargo se ha dedicado a exacerbar la crispación política, los estadunidenses se han polarizado hasta los extremos, lo cual es altamente peligroso.
Los endémicos problemas sociales como el racismo, la desigualdad en sus variados espacios, el lamentable sistema de salud y demás se han visto agravados en la Administración Trump. Hay tanto que componer antes que el desquiciado arrogante lo siga descomponiendo… pero para ello hay que sacarlo de la presidencia.
¿Se está al borde de una guerra civil? Hay analistas y académicos que así lo ven.
Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano. Para comentarios: caballeror52@gmail.com.