GOMEZ12102020

Un Edison incomprendido
José Ángel Pérez

Haga lo que pueda. Con lo que tenga. Donde esté.
Thomas Alva Edison

Monterrey.- Era el inicio del año escolar 1992-1993. Llegamos al Departamento Técnico de Secundarias de la Secretaría de Educación de Nuevo León con nuestro nombramiento de Jefe de Asignatura de Física bajo el brazo.

Mientras esperábamos ser atendidos por la maestra Tania Felicidad Ramos Ruiz, titular de la oficina, nos llamó la atención un pequeño molino de viento, también llamado papalote en el norte del país, muy usado en las zonas rurales semidesérticas para extraer agua de los pozos. El pequeño papalote estaba colocado sobre un escritorio y para nuestra sorpresa ¡estaba funcionando! extrayendo aceite de un bote que simulaba ser un pozo de agua y vertiéndolo en una pileta, tal como lo hacen los papalotes de verdad.

Una vez que nos integramos al equipo de Ciencias Naturales, supimos que el autor del prototipo que tanto nos había impresionado era el profesor Carlos Fuentes López, Jefe de Enseñanza de Física en ese entonces.

Este sencillo y bello juguete nos sirvió para introducir, primero a los jóvenes maestros de física y después a los estudiantes de secundaria, en conceptos como: energía, fuentes de energía no contaminantes, presión atmosférica, potencia, presión manométrica, energía cinética y potencial, gravedad…

El maestro Fuentes era, y aún sigue siendo, un apasionado por la enseñanza de la física. Siempre admiré su habilidad para el diseño de artefactos mecánicos que tanto entusiasman a los estudiantes de secundaria en el estudio de las leyes de la física. Pronto hicimos equipo con el profesor Carlos, estableciéndose entre nosotros una gran amistad que aún perdura, a él, los amigos le decíamos con cariño: El Edison de la SEP.

Algunos de los juguetes construidos por mi amigo eran: bobina de inducción de Tesla, generador de alto voltaje, polipasto, giróscopo, lanchita de vapor, anillo de Gravesande, molino de viento, motorcito eléctrico y tantos más que son atractivos a los estudiantes, aún en estos tiempos dominados por la virtualidad.

Una de las cosas que siempre presumimos de nuestro trabajo de maestros de Física son nuestros alumnos y alumnas y nuestros amigos como Carlos Fuentes López.