LA REFORMA ENERGÉTICA DE FELIPE CALDERÓN / continuación
De acuerdo con esta propuesta, cualquier ciudadano mexicano, y sólo los ciudadanos mexicanos; podremos adquirir bonos ciudadanos que pagarán un rendimiento, no sólo suficiente para conservar su valor, sino también para obtener rendimientos semejantes a los que PEMEX obtenga en su operación; cada bono ciudadano podrá tener un valor de cien pesos y serán ampliamente distribuidos entre toda la población.
Al mismo tiempo, estoy proponiendo límites estrictos que impidan que estos bonos sean acaparados en manos de unos cuantos.
Los ciudadanos que adquieran estos bonos van a recibir toda la información relativa al desempeño de PEMEX. Cabe aclarar que no serán acciones y, por lo tanto, no estará en riesgo la propiedad de la empresa.
Sexto. Propongo también fortalecer a las autoridades que regulan el sector energético, a fin de garantizar que los beneficios de la actividad petrolera sean para todos los mexicanos.
Finalmente, la iniciativa contiene una serie de medidas para asegurar que, al mismo tiempo que se produzca más y se repongan las reservas para las siguientes generaciones, se refrende el compromiso de PEMEX con el cuidado del medio ambiente.
Estamos trabajando hoy por el México del mañana.
Mexicanas y mexicanos:
El Gobierno de México no contempla sólo la visión de un partido o de un grupo. El Gobierno, y así lo entiendo como obligación, recoge las inquietudes y preocupaciones de la sociedad.
La solución a los grandes problemas del país deben darse en el debate respetuoso, en el análisis sereno y objetivo, acerca de lo que sea mejor para México.
La situación por la que atraviesa Petróleos Mexicanos ha sido materia de una amplia discusión en las últimas semanas y meses.
Esta iniciativa recoge las principales inquietudes vertidas por la sociedad en esta deliberación. Y estoy convencido que tiene que ser ampliamente discutida y enriquecida por todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión.
Debemos actuar ya, porque el tiempo y el petróleo se nos agotan.
Mientras otros países ya llevan muchos años aprovechando su petróleo en aguas profundas, en México no hemos podido iniciar.
Mientras nuestros vecinos, Cuba y Estados Unidos, ya comienzan a explotar el petróleo en yacimientos compartidos con México en la zona fronteriza, los mexicanos seguimos discutiendo si es necesario o no dotar a PEMEX de nuevas facultades para explorar y aprovechar mejor nuestro petróleo que está enterrado en el fondo del mar.
El petróleo es nuestro y vamos por él.
Tenemos que invertir ahora para llegar a esa riqueza.
La convicción del pueblo y del Gobierno de México es que el petróleo debe seguir siendo de todos los mexicanos, y así será.
PEMEX no se privatiza, eso no está a debate.
Con esta iniciativa PEMEX se fortalece. Lo que está en juego es decidir cómo afrontaremos la responsabilidad histórica de poner a Petróleos Mexicanos en la ruta de convertirse, nuevamente, en una de las empresas petroleras más importantes del mundo en este Siglo XXI.
Seamos la generación que fue capaz de superar las diferencias y de encontrar el camino.
Sí es posible aprovechar mejor nuestra riqueza petrolera.
Sí es posible ampliar nuestras reservas.
Sí es posible producir más petróleo y tener más ingresos para los mexicanos.
Sí es posible contar con la tecnología, el conocimiento y la capacidad de ejecución que nos permita aprovechar mejor la riqueza nacional.
Sí es posible que México retome el lugar que le corresponde como potencia petrolera mundial.
Fortalecer a PEMEX es fortalecer a México. Un PEMEX fuerte es la mejor forma de defender la soberanía nacional.
Si el Congreso aprueba la Reforma, estaremos además en condiciones de garantizar un mejor futuro para nuestros hijos.
Si logramos obtener los recursos que la reforma nos daría, el Estado podrá garantizar plenamente el acceso a la educación de calidad y a la plena cobertura de salud de todos los mexicanos.
Sí es posible fortalecer a PEMEX y contar así con recursos para vivir mejor: más escuelas, medicinas, clínicas, hospitales, caminos, carreteras, puentes, agua potable, drenaje, electricidad, vivienda.
Con la reforma, por ejemplo, tendríamos los recursos necesarios para crear preparatorias y universidades, a fin de que ningún joven mexicano se quede sin estudiar una carrera técnica o profesional por falta de oportunidades.
Hay muchos jóvenes que no tienen espacio en la preparatoria o en la universidad y podemos arreglar este problema.
Sí es posible que el petróleo siga siendo una palanca de prosperidad que nos permita superar definitivamente la pobreza y garantizar la educación y la salud de todos los mexicanos.
Mi Gobierno está resuelto a actuar hoy, pensando en las generaciones del presente pero, sobre todo, en los mexicanos del mañana.
Repito, el petróleo es y seguirá siendo de todos.
Aprovechemos esta riqueza para dejarle a nuestros hijos una Nación más fuerte, más justa. Un México más próspero y plenamente desarrollado, sé que podemos hacerlo, sé que con el apoyo de todos vamos a lograrlo.
Muchas gracias.
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