HAITÍ, ANTES DEL TERREMOTO
Daniel Salazar
Por “razones humanitarias y de estabilidad en la zona”, el Consejo de Seguridad de la ONU acordó en 2004 una nueva invasión para Haití. Desde entonces 7.031 "cascos azules" y 2.034 policías apoyados por 488 funcionarios internacionales, controlan el país. Las tropas ocupantes de la "Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití –Minustah- son comandadas por generales y están compuestas principalmente por Brasil, Uruguay, Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Guatemala, entre otros. Brasil y Uruguay son los que tienen el mayor contingente de soldados. Por su parte, el jefe de policía haitiano es un africano -Mamadou Moutanga Diallo- de la República de Guinea.
Cinco años después del arribo de las “brigadas de salvamento de la ONU”, el pueblo haitiano continúa en la miseria. La "intervención humanitaria" sólo se encargó de llevar estabilidad a las empresas multinacionales que emplazan maquiladoras y explotanla mano de obra barata y los recursos naturales de aquel país. Ninguna mejora para aquel pueblo que, además, es brutalmente reprimido por los "cascos azules" cuando levanta su voz de protesta.
Con el terremoto el escenario en Haití es dantesco. Los sistemas de salud y de educación ya quebrantados, han quedado derruidos y prácticamente toda la infraestructura civil está colapsada. Se habla de decenas de miles de muertos y heridos. En medio, la represión continúa; la tragedia y las imágenes del terremoto han servido de marco para dar la noticia de un nuevo asesinato político. Al salir de la Universidad, fue acribillado el escritor Jn. Anil Louis-Juste, autor de numerosas denuncias sobre la ocupación de la Minustah y defensor de la autodeterminación del pueblo haitiano.
No todo es tragedia en aquella isla sacudida el pasado día 12 por un terremoto de 7.3 grados. La CNN en español se ha encargado de destacar -por fin- una "noticia alentadora": El gobierno Obama “en solidaridad”, ha decidido la "suspensión temporal" de la deportación de "inmigrantes ilegales" haitianos.
Radiografía de un país devastado
Haití tiene algo más de 9 millones de habitantes. Más de la mitad de la población es rural. El 95% son negros y el resto mulatos y blancos. Las lenguas oficiales son el francés y el creole. Casi la mitad de la población de más de 15 años (el 47,1%) es analfabeta.
El PIB nominal anual ronda los 7.000 millones de dólares. El PIB anual per cápita es el más bajo de América Latina (el siguiente es Nicaragua) y sólo supera a países de África y a Nepal. Las remesas enviadas por haitianos residentes en el exterior, mayoritariamente en Nueva York y Miami, representan el 40% del PBI.
El 80% de la población sobrevive por debajo de la línea de pobreza. Con un "ingreso" de menos de un dólar diario.
Casi el 75% de las casas (de madera y lata) no tienen saneamiento.
Menos del 40% de la población tiene acceso al agua potable.
No existe servicio de recolección de basura.
El 80% de la población está desempleada.
La tasa de mortalidad infantil es del 59,7 por mil nacidos vivos, la más alta de América y sólo superada por países africanos y algunos asiáticos.
Sólo el 24% de los partos son atendidos por personal médico calificado.
La expectativa de vida cayó de 52,6 años (2002), para 49,1 años (2005). Es la más baja de América Latina y sólo superior a algunos países de África, Bangladesh, Laos y Afganistán.
Con aproximadamente 120.000 infectados de VIH (el 2,2% de la población), es uno de los países con más problemas por el Sida.
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