493 10 de marzo de 2010 |
ANÁLISIS A FONDO El reto es para los ciudadanos Francisco Gómez Maza
El problema de México, de desigualdad, corrupción, impunidad, en el marco del “Estado” burgués, neoliberal, expropiador, manipulador, no se resolverá nunca. Los mexicanos pueden ya elegir a un representante del PAN, del PRI o del PRD como presidente de la república, y todo será lo mismo. ¿Ejemplos? El paso de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, llamado “El Santón de la Izquierda”, por el Gobierno del Distrito Federal (y fue el primer gobernador electo) fue sin pena ni gloria. El de Marcelo Ebrard Cassaubón, un priísta converso al PRD, alumno aventajado de Manuel Camacho Solís, del grupo cercano al ex innombrable, Carlos Salinas de Gortari, igual. Se ufana Marcelo de ser un gobernante de “izquierda”, pero todos sus actos lo revelan como un personaje de la derecha, aliado de la oligarquía. Los ciudadanos de la ciudad de México, concretamente del Distrito Federal, no vemos ningún cambio radical en las relaciones sociales, en las relaciones del “Poder” con la “Sociedad”, y de ésta con los millones de vulnerables. Es un gobierno que podría pasar por priísta e inclusive por panista. Y si esto ocurre en un estado, y en todas las entidades de la Federación, ocurre en gran magnitud en el ámbito del gobierno federal. Los gobiernos del PRI privilegiaron a la “Familia Revolucionaria” (camadas y camadas de nuevos ricos durante los 70 años en que el PRI se agandalló la presidencia mediante elecciones amañadas, chanchulleras, sin una oposición real, porque ésta andaba en la clandestinidad, ya que si sacaba la cabeza, inmediatamente se la cortaban; v.gr. el Partido Comunista Mexicano. Y qué decir de los dos presidentes emanados del Partido de Acción Nacional. Los horripilantes resultados están a la vista. Basta con ver un noticiario televisivo, o uno de radio, o abrir cualquier página de la prensa impresa. La devastación económica es supina. Hoy por hoy, México encabeza la lista de la desigualdad en el mundo. Sólo en este país, nueve hombres poseen fortunas que suman 55 mil 100 millones de dólares, mientras millones de escolares y preescolares de 19 estados de la república padecen “desnutrición moderada y muy alta”. El neoliberalismo, la desarticulación del Estado, la voracidad del mercado y la crisis económica profundizan la brecha entre ricos y pobres.
En estas condiciones, cualquier personaje que se apunte en la lista de los aspirantes a ganar la presidencia, en el 2012, está arando en el mar, en el desierto. Sembrando para su cosecha personal. Cualquiera puede ser: Fernando Gómez Mont, Santiago Creel, Marcelo Ebrard Cassaubón, Andrés Manuel López Obrador, Manlio Fabio Beltrones, o Enrique Peña Nieto. Quien quiera que fuese, el estado de cosas no cambiará en nada. Peña Nieto va en caballo de Hacienda. Las mayorías que votaron por el PAN en el 2006 están decepcionadas. Las mayorías que votaron por el PRD, peor tantito. Su partido fue asaltado por la extrema derecha de la izquierda y ahora está concretando alianzas con su presunto irreconciliable adversario, el PAN, todo para pegarle al PRI, que ha subido en las preferencias electorales de los ciudadanos indefensos, inocentes, que no ven que lo que está mal no está en Los Pinos, sino en el modelo de país. Pero el PRI tampoco tiene espolones para ser buen gallo. Ni Beltrones, ni menos Creel (de rancia prosapia porfirista), ni el agraciado por “bonito”, por “metrosexual”, Enrique Peña Nieto, que tiene en sus haberes casos como el de San Salvador Atenco, cuando el 3 de mayo de 2006, la fuerza pública intervino en esa población, tras un conflicto en Texcoco, donde se impidió que un grupo de ocho vendedores de flores se re-instalara en una de las calles principales, y los floricultores pidieron el apoyo del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, dándose a las pocas horas un serio enfrentamiento entre la policía federal, estatal y municipal y los habitantes de esa localidad, que tuvo, como saldo más grave, la muerte de un joven de catorce años. Se le ha criticado a Peña Nieto por las probables violaciones de los derechos humanos de diversos manifestantes en aquellas confrontaciones. A inicios del mes de diciembre de 2008, el gobierno del Peña Nieto, con aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y con apoyo de la Secretaria de Turismo Federal, comenzó a montar un proyecto de luces y sonido en las Pirámides de Teotihuacan, llamado Resplandor teotihuacano, ubicado en el municipio de San Juan Teotihuacan, espectáculo que fue condenado inicialmente por los trabajadores del INAH y miembros de su sindicato de académicos y trabajadores,, ante lo cual, el 23 de diciembre de aquel año, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pidió la suspensión de las obras en las mismas pirámides por considerar que dañaban su estructura. Peña Nieto ordenó que se continuaran las obras en las pirámides a pesar de la oposición de las protestas, argumentando una derrama económica a la región y el impulso de un corredor turístico y, pese a ello, se denunció por parte de Cuauhtémoc Velasco, líder sindical del INAH, que los daños habían llegado a causar orificios en la estructura de las pirámides.
Con todo, el periódico español El Mundo, y muchos periódicos mexicanos, han divulgado un sondeo de Consulta Mitofsky que asegura que, a dos años y medio de las elecciones Peña Nieto es el favorito para convertirse en presidente En 2006 el PRI era el partido que acumulaba mayor rechazo entre los mexicanos. Cuatro años después, el asunto ha dado totalmente la vuelta y ahora está a un paso de volver al poder en 2012. Y a la cabeza del mismo, como el candidato mejor valorado, el gobernador del Estado de México que gana por goleada al resto de posibles candidatos. Lidera las preferencias electorales entre quienes son los candidatos favoritos de los simpatizantes de los 3 principales partidos: Santiago Creel (PAN), Peña Nieto (PRI) y Andrés Manuel López Obrador (PRD). No dudo de que Peña Nieto encabece las preferencias. Lo que me preocupa es que los mexicanos organizados no se unan y no planten una auténtica revolución pacífica que cambie el modelo de país. El actual, del presidencialismo, de las cámaras de diputados y senadores a modo, de un poder judicial a modo del Ejecutivo, está perdido. Rebasado. Ya no sirve. Ha fallado. No tiene nada que ofrecer a los mexicanos. Nada. Es lamentable, pero nada. Y nada es la ausencia de Todo lo “bueno”, menos de la insultante desigualdad, de la vergonzosa corrupción y de la vituperable impunidad de quienes se sienten dueños del país. Y el reto no es para estos personajes, sino para los ciudadanos. De estos depende que el estado de cosas cambie para bien.
http://analisisafondo.blogspot.com/ http://lacomunidad.elpais.com/analisisafondo/2010/3/9/analisis-fondo-reto-es-los-ciudadanos
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