El número 500 de 15diario

J. R. M. Ávila

 Llegamos al número 500 de 15diario.

Se dice en un una línea, se dice en casi siete palabras, pero es la culminación de un largo y sinuoso camino. Este acontecimiento se debe al esfuerzo de gente entusiasta que no se escatima para sacar adelante una empresa que para muchos aún parece utópica; se debe a gente copartícipe de un trabajo que no dará para comer, pero sí satisfacciones elevadas; se debe a gente que en lugar de pregonar su status de escritora, se ha puesto a escribir, que es lo que cuenta.

Este diario es producto de un ubicuo equipo de colaboradores y colaboradoras que a veces no nos conocemos entre nosotros, pero que nos entregamos con pasión a lo que escribimos. Supongo que no importa mucho conocernos. Muchas decepciones he llevado al conocer en persona a escritores y escritoras por cuya obra tenía y sigo teniendo gran admiración, como para querer decepcionar a alguien con mi persona. Por sus obras los conoceréis me parece una excelente fórmula. ¿Para qué quiere uno más?

Me atrevo a decir, generalizando, que quienes escribimos en 15diario no nos mantenemos de esto. Al contrario, cubrimos otras ocupaciones para podernos darnos el lujo de escribir. Esto no quiere decir que seamos poco profesionales, sino que a veces no se puede trabajar en lo que a uno más le gusta. En realidad puedo afirmar, sin falsa modestia, que somos bastante profesionales y quien nos lea habrá de notarlo.

Nuestro 15diario no es un periódico cuyos lectores esperen ver sangre manando de sus letras o de sus fotografías, ni banalidades que aseguren grandes ventas, ni textos al servicio del mejor postor. Este es un periódico de personas pensantes para personas pensantes. Y esto quisieran decirlo más de tres periódicos de nuestra ciudad.

Me gusta pensar que 15diario es una isla virtual desde la que cada quien lanza su botella al mar con un texto que nadie sabe dónde terminará. Es posible que lo que escribamos no llegue a donde queremos. Es posible que llegue. Me gusta no saberlo. Me gusta no tener una certeza al respecto. Pero me gusta que de vez en cuando la botella regrese con un mensaje de allende el mar, reclamando por lo que hemos enviado o aclamándolo.

Yo no sé cómo lo vean las otras personas que colaboran en 15diario, pero tengo la convicción de que es un espacio que brinda la oportunidad de que nos lean quienes nos tengan que leer, sea en algún universo actual o en uno venidero. Y eso hay que apreciarlo y agradecerlo.

Llegamos al número 500 de 15diario y se me hace pequeño el mar.

Vamos por mil, por lo pronto.

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