LA VENTANA DE CAÍN

Hugo Breheme o el expresionismo de la miseria

Roberto Guillén

Que Julio César del Conarte me ha invitado a una rueda para descubrir la lente del alemán Hugo Brheme (1882-1954). Y como Julio es un pan de Dios, que me lanzo a la rueda. Porque en mi enfermedad por el quierounaexclusiva, quierounaexlcusiva, de pronto las ruedas me aburren y ya no me interesan. Todavía Romeo, el viejo dinosaurio del Sistema, me daba chanza de sacar a pasear mis interrogantes traviesas. Era como un acto de escapismo de las herraduras que usa la burocracia. Bueno, el objetivo de esta entrega es presentar ante ustedes la estética Breheme, un alemán que nos brinda con su lente la estética del México revolucionario. Es un documento que ilustra las llagas de ese fantasma de lo belicoso al que estamos condenados como especie humana. Y aunque algunas de sus fotos aparecen deliberadamente posadas, como documento histórico me resulta valioso y digno de irlo a ver a la expo, hoy jueves por la noche, en el Centro de las Artes.

Julio Cesar me brindó el libro-catálogo de Breheme. Tanto él como yo coincidimos en la foto que aparece en la página número 83,titulada como Mercado de Cuernavaca, donde aparecen unos mexicanos con su sobrero  y manta de rigor, en torno a la fruta que mercadean: cómo se ve que esta estampa de lo mexicanísimo se ha ido quedando como un tatuaje y un destino.

Quizá lo valioso del artista alemán es que no afecta la vanagloria en que solemos caer nosotros los periodistas por presumir una exclusiva. Sus estampas del México revolucionario no pretenden competir con ningún capo de la información. Y no quisiera quedarme nada más en esa mermelada de lo estético-atemporal que pocos artistas consiguen con su obra – y que tanto valoro, claro-, pero la misma obra escapa a las pretensiones del artista.

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