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23 de julio de 2010
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ANÁLISIS A FONDO

Quién se acuerda de los muertos

Francisco Gómez Maza

 

Los asesinos de Cariño y Jiri, tan campantes

Y Ulises Ruiz se irá como una blanca paloma

 

mazaimgHan trascurrido casi tres meses de que Bety Cariño, del Equipo Nacional de Coordinación de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) y directora del Colectivo Cactus, y Jiri Jaakkola, observador finlandés de derechos humanos, fueron asesinados por presuntos paramilitares, durante la caravana humanitaria que el 27 de abril se dirigía al municipio autónomo oaxaqueño de San Juan Copala para entregar ropa y alimentos a la población sitiada por sicarios de los poderes institucionales del estado de Oaxaca.

 

En aquella ocasión, los automóviles en los que iban los integrantes de la caravana humanitaria fueron emboscados y atacados a tiros por gente armada de la organización anti autonomía municipal priísta (gente del Partido Revolucionario Institucional del hasta ahora gobernador del estado, Ulises Ruiz, autodenominada “Unidad por el Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort). Como todas las injusticias que ocurren en México, los asesinatos de personas inocentes en los operativos contra el crimen organizado, los asesinatos de mujeres – feminicidios -, los raptos de niños, las violaciones sexuales… el asesinato de los dos activistas por los derechos humanos va quedando en el olvido de las autoridades conforme pasa el tiempo y la impunidad de los asesinos se va convirtiendo en una filosofía de vida de esta sociedad tan duramente castigada por la violencia fáctica e institucional.

 

El asesinato de Bety y Jiri ocurrió el 27 de abril, pero hasta hoy 23 de julio, a cuatro días de que cumpla tres meses, sigue sin resolverse y los paramilitares de la Ubisort continúan en activo gracias al apoyo institucional del afortunadamente saliente gobernador Ulises Ruiz quien, de cumplirse las promesas del nuevo gobernador, Gabino Cué, tendrá que terminar su carrera política detrás de las rejas y los integrantes del grupo paramilitar (bueno si no es que huyen junto con Ulises) deberán ser llevados ante un juez.

 

Las autoridades de procuración de justicia de Oaxaca no han movido un dedo para investigar los asesinatos y, más bien pareciera que pretenden darle carpetazo, porque en este país todo lo que huela a autonomías, a autogobierno, indios,  es cismático, y es puesto en el terreno de lo condenable, sobre todo cuando la inspiración de los pueblos y comunidades indias autonomistas en todo el país está basado en el modelo chiapense instaurado por el neozapatismo trasmutado de guerrilla a sistema de vida verdaderamente democrática, donde las “autoridades” sólo son servidores de confianza del pueblo, como está ocurriendo en el modelo boliviano, encabezado por el indio aymara Evo Morales, cuyo gobierno se ha inspirado en la filosofía política del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Se le olvidó a Ruiz que Oaxaca es cuna del más preclaro presidente que ha tenido México, el indio zapoteca Benito Juárez García.

 

Y también, va quedando en el olvido que otra  caravana humanitaria intentó, el 9 de junio, llegar a Copala con un buen cargamento de ayuda para los copalenses, que resistían con las fuentes de abastecimiento de alimentos, de luz, de agua, cortadas por la Ubisort, pero fue obligada a detener su viaje y retornar a ciudad ante las impunes amenazas de la Ubisort y de policías federales y estatales. Sin embargo, los activistas sociales, los núcleos conscientes de la inexistente opinión pública, no olvidan y, así, organizaciones sociales, asociaciones civiles, de derechos humanos y movimientos sociales - la Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los pueblos, el Movimiento Agrario Indígena Zapatista, la Red de radios Indígenas y Comunicadores del Sureste Mexicano y el Colectivo Obreras No Sometidas To Tlaktole Calaki Mo Yolo - están convocados para el 30 de este julio a una junta de información sobre los avances legales y la situación del caso Bety Cariño y Jiri Jaakkola.

 

El encuentro se realizará en la sede del Frente Auténtico del Trabajo (FAT), en la calle Godard Nº 20 colonia Guadalupe Victoria, metro La Raza, ciudad de México, que aún continúa dando su admirable batalla contra viento y marea, y será también una manera de reclamar justicia al poder público. El encuentro, que se realizará a partir de las 9 de la mañana en la sede de la FAT actualizará los avances legales e informará de la situación actual del caso para construir y empujar de manera conjunta una campaña de 'Justicia a nuestros muertos', que obligue alas “autoridades” a la detención de los responsables de este crimen. Están en entredicho y en el banquillo de los acusados los paramilitares, por la autoría material del ataque; el Procurador General de Justicia de Oaxaca, Evencio Nicolás Martínez; el secretario de Gobierno del Estado Jorge Franco Vargas; Carlos Martínez, cabeza de la Ubisort; Rufino Juárez Hernández, y el mismo gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz.

 

Omar Esparza, viudo de Bety y líder del MAIZ en la Mixteca está seguro de que ya no se puede continuar con este tipo de actos de grupos paramilitares que operan bajo la impunidad y la protección de algunos gobiernos priístas, por lo que llamo al nuevo gobierno de Oaxaca, que encabezará Gabino Cué, a que en realidad cumpla la transición democrática que prometió y encarcele a este grupo paramilitar que mato a sangre fría a dos personas que solo pretendían defender los derechos de los indios triquis.

 

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