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| 597 6 de agosto de 2010 |
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ANÁLISIS A FONDO Periodistas en tiempo de cólera Francisco Gómez Maza
En aumento las agresiones Por lo menos que no duela
Los reporteros que cubren las “fuentes” policiacas, criminales, tienen que vivir con la vida al filo de la navaja. Comprendo muy bien el fenómeno por experiencia. Viven el día a día solos, sin apoyos de nadie, ganando salarios insultantes, explotados por empresas periodísticas que sólo tienen como objetivo la ganancia, incrementar la circulación y venta de sus productos; abandonados por las autoridades, que no tienen conciencia de que el periodista es un lazo de comunicación entre la realidad amarga que están viviendo los mexicanos, y los órganos de inteligencia encargados de captar información para la toma de decisiones. Hacen muy poco, por no decir nada, para proteger a los colegas que son destinados por sus jefaturas o coordinaciones de información. Los mandan a la guerra sin fusil. Article 19 propone acciones concretas para la protección del ejercicio periodístico. IFEX lo difunde.
Ante las agresiones recientes a periodistas y medios de comunicación queda en evidencia el incumplimiento de las obligaciones del Estado mexicano y la falta de acciones concretas por parte de los actores involucrados para revertir la situación. Las agresiones en contra de periodistas y medios siguen en aumento en el 2010, en comparación con años anteriores. Los números no son alentadores: hay 6 homicidios, un periodista desaparecido y 6 ataques contra instalaciones periodísticas.
El reciente secuestro de los colegas periodistas el pasado 25 de julio, con la intención de presionar a medios nacionales como Televisa y Multimedios para que difundieran mensajes del narcotráfico coloca en la agenda nacional lo que ya varios medios locales de comunicación denunciaban desde hace tiempo. El crimen organizado presiona y extorsiona para difundir sus mensajes. La inexistencia de condiciones para el pleno ejercicio de la libertad de prensa es evidencia del fracaso del Estado mexicano en el cumplimiento de sus obligaciones para garantizar el libre flujo de información, de acuerdo con Article 19.
Las respuestas que han sido instrumentadas para prevenir las agresiones en contra de periodistas son insuficientes o nulas. A pesar de que existe evidencia irrefutable del patrón de violencia en contra de la prensa, México no cuenta con una política de prevención. Tampoco hay una voluntad clara de las autoridades para emprender investigaciones diligentes y efectivas que ataquen la impunidad imperante. Ante esta situación Article 19 pasa de la denuncia a las acciones. En este sentido, Article 19 propone una serie de ejes de trabajo para fomentar un ambiente propicio para el ejercicio pleno de las libertades de expresión y de prensa:
Promover el diálogo para el intercambio de información y el respaldo entre medios de comunicación (locales y nacionales) y periodistas en aras de condenar y visibilizar las agresiones a la prensa mexicana.
Asegurar el flujo informativo (buscar, recibir y difundir) de las noticias que provengan de zonas con un alto nivel de inseguridad para ejercer el periodismo.
Adopta protocolos de seguridad y capacitar a periodistas para la cobertura periodística en zonas de riesgo.
Exigir que el Estado cumpla con su obligación de abstenerse de interferir en el ejercicio de la libertad de expresión y, al mismo tiempo, de erradicar la impunidad a través de investigaciones eficaces y transparentes de los casos de periodistas asesinados y desaparecidos.
Promover la modificación del marco legal correspondiente con el fin de federalizar los delitos contra la libertad de expresión, así como dar mayores facultades a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión.
Impulsar la creación de un mecanismo nacional de prevención y protección para periodistas.
Ojalá esta aportación fuese vista, leída, analizada y tomada en cuenta por quienes detentan la propiedad de los medios periodísticos y, sobre todo, por quienes detentan el poder del pueblo. No habiendo una sana relación entre “poder”, medios y sociedad, la responsabilidad última es de los gobiernos y principalmente del gobierno que encabeza el presidente Felipe Calderón Hinojosa.
Los defensores de los derechos humanos, de la libertad de expresión; las organizaciones que procuran la protección a los periodistas pueden dar sugerencias para crear políticas públicas. Pero, en última instancia, quienes deciden son las “autoridades”, los “poderes” legislativo, ejecutivo y judicial. Ellos tienen la última palabra, aunque hay quienes dicen, convencidos, que las muertes de inocentes, de periodistas, son las que menos importan en el combate al crimen organizado. Les llaman “daños colaterales”.
http://analisisafondo.blogspot.com/ analisisafondo@cablevision.net.mx http://lacomunidad.elpais.com/analisisafondo/2010/8/5/analisis-fondo-periodistas-tiempo-colera
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Article 19 e IFEX, dos organizaciones globales defensoras de la libertad de expresión y protectoras de los periodistas acaban de lanzar una propuesta nada deleznable, y sí digna de ser analizada por las “autoridades”, en un intento de parar, de una vez por todas con las agresiones, muchas de ellas fatales, contra los reporteros cuyo trabajo es informar de las actividades ilícitas de las bandas del crimen organizado y el narcotráfico, y de las actividades de los poderes institucionales, a los cuales no les gusta que se destapen cloacas de corrupción e impunidad. 
