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| 610 25 de agosto de 2010 |
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ANÁLISIS A FONDO Pingües recursos a combatir al narcotráfico
Mientras tanto, los más sensibles asuntos de la agenda nacional duermen en el limbo de los justos. Quedó en el olvido su lema de campaña: “El presidente del empleo”. Y la economía repunta, pero lo hace sólo para las grandes empresas globalizadas y un puñado de empresarios inmensamente ricos, y más ricos cada día que pasa. En los próximos meses, la pobreza en México afectará a 60 millones de personas; es decir, al 55 por ciento de la población, debido a que la crisis ha ocasionado un aumento catastrófico en los índices de desempleo Tan solo en el 2009 se contabilizaron alrededor de un millón de desempleados y más de un millón de mexicanos que se agregaron a la Población Económicamente Activa. México tendría que crear anualmente por lo menos un millón de nuevos puestos de trabajo. La Secretaría de Desarrollo Social considera que 54% de los mexicanos (58 millones) vive en pobreza de patrimonio, lo que indica que vive con menos de 4 dólares diarios, ($53.00 pesos), mientras que el 32% (34.3 millones) lo hace con menos de 2.5 dólares ($33.00), y 24% (25.7 millones) con menos de 2 dólares ($27.00). Los estados federados de mayor pobreza en el país son – por qué siempre el Sur - Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Tabasco y Durango, y en ellos se concentran altos porcentajes de población indígena. La pobreza en México está directamente relacionada con la capacidad para generar fuentes de empleo, y el potencial de desarrollo basado en educación, profesionales, técnicos e investigación que dotan a una región de medios para la creación de productos y servicios comercializables e infraestructura que permita a la región relacionarse económica y laboralmente con otros sectores. Con los sexenios de Fox y Calderón, el número de pobres se incrementó del 2000 (39 millones) al 2009 (60 millones), en más de 21 millones de mexicanos que cayeron en pobreza de los cuales 25.7 millones viven en pobreza extrema. No es pues de extrañar la estampida de la violencia, pues la pobreza es un caldo de cultivo en el narco puede engrosar las filas de sus narcomenudistas o sicarios. El pobre no tiene nada que perder. Como lo han asegurado personajes como Andrés Manuel López Obrador, quien ha entrado ya en campaña para las elecciones presidenciales de 2012, la pobreza extrema es la verdadera razón de la violencia. Y todo generado por las políticas clientelistas de Calderón, que se ha llevado todo su sexenio en pagar los favores recibidos en el 2006. Julio Boltvinik, académico e investigador de El Colegio de México (La Casa de España que fundaron trasterrados españoles de la guerra civil de los 30) estima, sin embargo, que la cifra de pobreza en México asciende a más de 72 millones de personas y no son 53.7 como informara recientemente el gobierno federal. Frente a esta lacerante realidad, los 12 mexicanos en la lista de Forbes resultan insultantes para el grueso de la población, y ante la desigualdad la violencia está presente. Entonces, los ricos del país deben entender que la solución a la violencia no es el blindar sus automóviles, sino una mayor y más equitativa distribución de la riqueza. La cifra correcta de pobres en el país, de acuerdo con Bolvitnik, es más alta que la de 65 millones. El verdadero nivel de la pobreza en México anda entre 72 y 75 millones. Y cuando el académico habla de 65 millones de pobres, habla de la incapacidad de satisfacer todas la necesidades básicas del ser humano. El informe presentado por el gobierno contempla que las personas gastan el 100% de su ingreso en alimento, pero obviamente no es así. México alberga a dos terceras partes de su población en pobreza y, en contraste, esa ofensiva riqueza de unos pocos, que aumentó brutalmente en los últimos años; la lista de mexicanos en Forbes sigue creciendo, así como de sus millones. Es el reflejo de la enorme desigualdad, prácticamente, segmentación o segregación social brutal que hay en el país, enemigo de la convivencia y armonía. Con esos niveles de desigualdad no podemos esperar otra cosa más que lo que estamos viviendo, una espantosa violencia. En los jóvenes ésta es mayor, al ver que no tienen perspectiva, los empleos que pueden conseguir les ofrece un nivel de vida muy debajo de alguien con estudios. Las ciudades ahora están llenas de autos de lujo, lo cual resulta ofensivo para el resto de la población. No es extraño el aumento de los niveles de violencia con esos contrastes, tan brutales; los ricos de México no se dan cuenta que si quieren vivir seguros no es un problema de blindar sus coches, protegerse con guaruras (guarda espaldas), sino de pagar más impuestos, mayores salarios, necesitamos una distribución más equitativa de la riqueza. El tema de fondo es la globalización: México se insertó en la globalización como si fuéramos China, Honduras, Haití; es decir, a base de abaratar la mano de obra. Por ese camino no podemos competir con China, ni con ninguno de estos países, no la van a ganar y vamos a perder. México tiene que pensar una manera distinta en participar en el proceso de globalización. La CEPAL ya lo dijo, para América Latina el camino no es el abaratamiento de la mano de obra, sino la competitividad de aprovechar los recursos humanos, altamente capacitados. Tenemos experiencia industrial, con trabajadores capacitados; hay ingenieros, debemos aprovecharlo. México debe pugnar en los escenarios internacionales por una globalización que respete la ley laboral internacional y que prohíba trabajos con sueldos de miseria, trabajo infantil. Si uno respeta los acuerdos internacionales, México sería competitivo, pero en base de violar los acuerdos, perdemos. Si China encierra 3 mil adolescentes en galerones, nadie puede competir con eso. http://analisisafondo.blogspot.com/
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El presidente Felipe Calderón Hinojosa está echando toda la carne al asador para combatir a las bandas del crimen organizado y el narcotráfico, con magros resultados, muy magros. Y lo peor es que no le queda ya tiempo para rendir números negros. 
