656 28 octubre 2010 |
MUROS Y PUENTES Querido amigo: Antes que nada quiero dejarte en claro que tu voto es de gran importancia. Primero porque con él participas en el acontecimiento de mayor trascendencia en la democracia de esta sociedad, el proceso electoral. Segundo porque robusteces ese procedimiento que reafirma, elección tras elección, el predominio del pueblo sobre el gobierno y, asimismo, porque con tu participación puedes influir en el mejoramiento de nuestra propia comunidad. Los latinos somos la principal minoría de Estados Unidos y en estas elecciones legislativas tenemos la oportunidad de defender con nuestro voto, no sólo los principios democráticos que su ejercicio implica, sino que al hacerlo lanzamos el mensaje de que tenemos voz. Al levantar la voz elegimos decidir nuestro futuro, al decidir nuestro futuro influimos en los cambios que nos benefician; de no hacerlo son los otros quienes deciden por nosotros, y al dejar que otros decidan por nosotros permitimos que realicen cambios que pueden no beneficiarnos. Los candidatos que serán electos ocuparán posiciones de poder desde donde podrán influir en muchos de los asuntos que afectan a las comunidades, tales como los presupuestos de las escuelas, los beneficios que otorga el derecho a la salud, la generación de empleos y otros aspectos que buscan crear una mejor sociedad. Asimismo al votar respaldas a los candidatos que legislarán leyes que pueden implicar discriminación y políticas antiinmigrantes o bien todo lo contrario, que pueden apoyar la igualdad, respaldar la diversidad y encauzar la necesaria reforma migratoria. Es muy probable que en estas elecciones los latinos inclinemos la balanza a favor de quien respaldemos con nuestro voto, ciertamente podemos hacer la diferencia, por eso te aconsejo que animes a tus amigos y a tus vecinos a ir a votar, esa es la manera real para cambiar las cosas y avanzar hacia la solución de nuestras necesidades. Ahora bien, saber elegir por quién votar es crucial. No me andaré por las ramas, tienes de dos sopas: o votas por quien te respeta o votas en contra tuya. Las campañas nos han demostrado con toda claridad que la mayoría de los republicanos están en contra de los latinos y los que no están en contra o no nos respetan o les resultamos indiferentes. Los demócratas, por otra parte, si bien no todos nos respaldan sí lo hace la mayoría. Son los demócratas los que en un momento dado pueden impulsar leyes y reformas que beneficien a la comunidad latina. Los republicanos no merecen nuestro voto porque reiteradamente se han negado a aprobar la reforma migratoria. Son ellos los que una y otra vez han descarrilado las posibilidades de lograr una justa y necesaria reforma migratoria. Los republicanos —y al lado de ellos los extremistas autonombrados Partido del Té (Tea Party)— a lo largo de las campañas han usado la inmigración como una táctica para crear miedo y, al hacerlo, han desatado una agenda antiinmigrante, una plataforma antilatina, incluso llegando a la promoción de anuncios racistas y aplaudiendo leyes draconianas como la SB1070 de Arizona, promovida por autoridades republicanas en contra de los inmigrantes latinos. Los republicanos han prometido, de ganar la mayoría en la Cámara de Representantes, impulsar más políticas del tipo de la de Arizona. Son los republicanos los que bloquean, una y otra vez, las propuestas de votar el Proyecto Dream Act, que favorecería a los universitarios latinos hijos de indocumentados, cuya circunstancia les impide continuar sus estudios superiores. Son republicanos los que en por lo menos 15 estados del país quieren denegar la ciudadanía a los niños nacidos en los Estados Unidos de padres indocumentados. Los republicanos han prometido, en el aspecto de la economía, una serie de recortes de gastos gubernamentales que —según expertos del Center for American Progress— generarían mayor desempleo y darían al traste con actuales programas de ayuda a desempleados. En fin: una Cámara de Representantes con mayoría republicana significa que las cosas para la comunidad latina emporarían. Así las cosas, tú que puedes votar, tienes pues una oportunidad de oro.
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