LA SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
2012, año cambiante
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- Desde las profecías de Nostradamus hasta las previsiones de los mayas, se ha especulado con eventos extraordinarios que marcarían el fin del mundo. Las fechas que se han señalado recientemente han sido el año 2000, el 06 de junio del 2006 y ahora hacia fines del 2012, el 21 de diciembre.

La literatura científica ha desmentido con oportunidad la falsedad o la falta de sustento científico de tales pronósticos terribles. Hay mayor concordancia en aceptar los efectos del cambio climático y los desastres que puede provocar. Aunque para que esto suceda pueden pasar varias décadas.

Por el contrario, el 2012 puede ser un año de oportunidad para buena parte de la humanidad si se sabe o si sabemos aprovechar.

En una coincidencia singular, sucede que  en el 2012 se celebrarán elecciones de autoridades nacionales en 40 países en el mundo.  

Se trata de una oportunidad única para conciliar reclamos y propuestas sobre los desafíos y necesidades que demandan una acción coordinada a nivel internacional. Si se acepta la globalización de los mercados, la apertura de las economías nacionales y que la crisis financiera reclama mecanismos de control internacional, debiera también aceptarse la posibilidad de concertar políticas a nivel multinacional. 

Países como México no pasan de llevar a los foros multilaterales aquellas propuestas que de antemano saben que cuentan con cierto respaldo de los países poderosos. Actuar de otra manera resulta simplemente ineficaz.

Cualquier propuesta de modificación en los patrones de la cooperación internacional se diluye frente a los mecanismos burocráticos y la falta de interés de las grandes potencias.

A pesar de que los problemas de las finanzas de los países europeos y de los Estados Unidos son una amenaza para la economía mundial, la gran mayoría de los gobiernos nacionales son meros espectadores de las negociaciones que llevan a cabo las cúpulas, sin la menor consulta a las naciones que van a ser afectadas por las medidas que se van a tomar.

La medicina amarga, como son los recortes del gasto social, la reducción de plantillas en escuelas y hospitales, la eliminación de apoyos directos a las familias pobres, el recorte del gasto público, el despido de burócratas, la privatización del patrimonio colectivo, etcétera, son recetas que se aplican sin piedad. Aquí en México lo padecemos desde hace quince años, sin ninguna mejora en las condiciones sociales. Mucha disciplina financiera pero nulo crecimiento del bienestar de la nación.

Las camisas de fuerza que se imponen a los países con economías débiles son sinónimo de carencias y depresión social. Allí están ahora el caso de Grecia, de España, de Italia.

La oportunidad que se presenta para 40 naciones en el mundo es la de que los electores, los ciudadanos, propongan una agenda común, que vea por sus demandas, a todos los aspirantes a encabezar los gobiernos nacionales en el año próximo. Para los candidatos presidenciales se abre la posibilidad de exponer sus políticas y confrontarlas con las de candidatos de otros países, pero sobre todo de buscar alianzas multinacionales que mejoren la capacidad de maniobra a favor de los pobres. Si es el mercado global el que va a prevalecer, las políticas nacionales son un instrumento muy limitado para modularlo, hacerlo más competitivo ya ni pensar en regularlo. 

Un agenda común para que “elevar el bienestar de las personas” sea el objetivo prioritario de la acción de gobierno, de tal forma que los 40 candidatos que resulten electos se obliguen a diseñar y aplicar políticas públicas nacionales y una plataforma de acción colectiva en los foros internacionales.

Sería útil intentar un ejercicio de conciliación de las propuestas electorales de quienes van a contender en las elecciones del 2012 a nivel internacional.

Se trata de una oportunidad histórica, ya que los 40 gobiernos representan más de una quinta parte de los países que integran la Organización de las Naciones Unidas.

No hay que esperar a que sean gobierno para demandar políticas y medidas. Se puede actuar de manera preventiva a través de mecanismos que ya están funcionando, como el Foro Social Mundial.

Podría pedirse que los candidatos presentaran sus propuestas al Foro Social Mundial.

De esa forma, el 2012 podría significar una verdadera oportunidad de cambio, a nivel global.  

Algunos de los 40 países que elegirán nuevo gobierno en 2012 son: Finlandia, Rusia, Estados Unidos, Corea del Sur, Francia, Congo, India, México, Australia, Venezuela, Kuwait, etcétera.

¿No será posible que los ciudadanos o los aspirantes a gobernar estas naciones superen las deficiencias de las actuales elites gobernantes y encuentren salidas de orden colectivo multinacional a los problemas de la falta de bienestar?

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