HABÍA UNA VEZ
¿Birria de cordero estilo Sonora?
Everardo Hernández Medrano

Matamoros, Tamaulipas.- Aquel hombrecillo de aspecto siniestro y mirada tenebrosa se pasó los dedos por su calva, se caló las gafas y luego tímidamente tocó tres veces a la puerta.

Una joven doncella de aspecto virginal de la que emanaba un aroma de santidad abrió la puerta y preguntó qué deseaba al extraño hombrecillo.

─ Sí, soy el presidente, deseo hablar con la Señora Democracia ─respondió el extraño.

Minutos más tarde, le fue franqueada la puerta y lo invitaron a pasar hasta un pequeño salón donde estaba descansando Madame Democracia.

─ Hola pequeño, ¿y ahora a qué vienes?, dijo la famosa dama en tono de sorna, mientras paladeaba lentamente su Martini seco.

─ ¡Señora mía! ─exclamó el jefe de “Algunas Instituciones” mientras caía de rodillas a los pies de la mujer─, estoy en graves aprietos, no tengo argumentos ni candidatos competitivos, ¡la patria está en peligro!

─ ¿Quieres decir que por tu falta de pericia y decencia pusiste a la patria en peligro y ahora vienes a que yo te resuelva tus problemas, después de que me traicionaste? ¿Eso es correcto? ─enfatizó con severidad femenina.

─ Bueno, señora mía ─gimió el hombrecillo─ yo tenía que ganar “haiga sido como haiga sido”, por eso tuve que traicionar los inútiles ideales, la incómoda ética y la miserable decencia que me inculcaron en mi partido de crónicos perdedores.

─ Bueno, bueno ─condescendió la Democracia─, ¿pero de qué argumentos poco competitivos hablas?

Los malvados ojillos de aquel hombrecillo brillaron llenos de esperanza cuando se acomodó las rodilleras para responderle.

─ Verás ─empezó mientras se rascaba su calva─, yo confiaba en que una recuperación económica tras la crisis del 2009, podría ser un detonante para la generación de empleos y un sentimiento de bienestar que me ayudaría a impulsar a mi sucesor.

─ ¿Y qué pasó? ─preguntó la dama─; ¿acaso vas a acusar a la crisis económica de la Unión Europea, o a la voracidad de los republicanos del Tea Party?

─ No, no, nada de eso, señora mía ─se apuró a responderle─, la pérdida económica del 2009 no se pudo recuperar en el 2010, menos en el 2011 y ni pensarlo que en el 2012 con la recesión americana.

─ Bien, bien, ¿y qué otro argumento tenías para imponer sucesor?
─ Pues ─dijo tragando saliva─, tú sabes que mi fallida estrategia contra la delincuencia ha sido un fracaso total, con incremento en los índices de violencia en el segundo trimestre del  2011, y seguramente empeorará en el 2012.

─ Si es una estrategia fallida, ¿por qué te niegas a cambiarla, como te lo han sugerido algunos expertos y actores de la sociedad?

─ ¡Señora mía! ─gimió azorado─ admitir que mi estrategia es un fracaso,  después de cinco años de capricho, es un suicidio político, por eso debo aferrarme a lo mismo hasta el final; pero, ¿ahora qué hago?

─ Mira, pequeño ─dijo la Democracia─, a mí me han usado los déspotas, los tiranos, los demagogos de izquierda, de derecha, del centro y de abajo, para venderme como una prostituta de lujo, tal como lo hiciste para justificar tu fraude electoral.

─ ¡Pero, señora mía!, tú sabes que cometí fraude para preservar las libertades democráticas de este país.

─ ¡Mientes, sátrapa! ─gritó la Democracia─, lo hiciste por vil y rastreara ambición, por dinero, por el maldito dinero, solo eso.

─ Perdonadme, señora mía, todo lo he hecho en tu nombre ─dijo suplicante, buscando algún gesto de misericordia.

─ Bueno, ¿y qué otros argumentos tenías para imponer a tu sucesor? ─preguntó la dama en tono aburrido.

Otra vez los ojillos malignos brillaron intensamente, al mismo tiempo que una luz intermitente en su reloj de pulsera le advertía que sus niveles de alcohol en el flujo sanguíneo estaban bajando peligrosamente.

─ Pues ya teníamos listos los expedientes de los créditos fraudulentos del dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira y la exagerada deuda del estado de Coahuila, cuando nos ocurrió la desgracia del Casino Royale de Monterrey.

─ Ja ja ja, ¿te refieres al “que-soborno azul”? ─rió perversamente la Democracia.

─ Claro que tenemos otros expedientes negros en contra de Peña Nieto, pero qué tal si siguen insistiendo en que se aclare el número de casinos que opera ilegalmente en el país; eso sería desastroso para nosotros y además andan tercos con los contratos de El Equipo y Televisa.

─ ¡Ay, chaparrito!, andas nadando en puro excremento ─dijo despectivamente la Democracia─; ¿y qué tienes pensado hacer?

─ Pues, la única salida es negociar expediente negro por expediente negro con los malosos del PRI; ellos que se olviden de la corrupción en el asunto de los casinos y los contratos de la SSP con Televisa y PEMEX-REPSOL,  a cambio de los expedientes en contra de Peña Nieto, Carlos Salinas, Montiel, Marín, Ruiz, etcétera.

─ ¿Y cómo quieres que te ayude? ─preguntó la Democracia, mientras saboreaba un segundo Martini seco.

─ ¿Puedes convencer a los priistas que se olviden de mis corruptelas a cambio de que me olvide de las de ellos?

─ ¡Ay, pequeñín!, nunca vas a aprender, así que es mejor que huyas muy lejos antes del 2012, porque los priistas ya tienen una receta que no te va a gustar.

─ ¿De qué receta hablas?, preguntó ansioso.

─ De una para preparar birria de cordero estilo Sonora.

─ Pensé que era una receta estilo Toluca, dijo asombrado.

─ Mira, ahí te va:

Receta de cocina para preparar birria sonorense
Ingredientes:
3 cucharadas de aceite.
2 dientes de ajo.
1/2 cebolla cortada en trozos.
100g. de chile cascabel sin semillas.
50g. de chile ancho sin semillas.
2 tazas de agua (480 ml.)
4 cubos de tomate.
3 cucharadas de cominos.
12 tazas de agua (2.88 litros.)
1/2 cordero cortado en trozos.

Procedimiento:
Calienta el aceite y sofríe el ajo, la cebolla y los chiles. Agrega el agua, el tomate y los cominos. Deja que hierva, licúa y cuela esta salsa. Regrésala a la lumbre y agrega el agua, el tomate y la carne. Cuece hasta que la carne esté suave. Sirve bien caliente con cebolla, orégano y limón.

El gobernante ingrato
Me dicen que el ex alcalde matamorense Erick Silva, desde su cómodo exilio en Brownsville, expresó su irritación contra el gobernador Egidio Torre, por encarcelar al que fuera vice gobernador durante el sexenio pasado, el inefable ex jefe de asesores, Mario Ruiz Pachuca y lamentó que se esté enlodando “la inmaculada administración” que encabezó Eugenio Hernández Flores.

ehernandezm03@hotmail.com

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