Promesas de mentiritas
Hay marranos muy cochinos
y otros, dicen, más trompudos;
gana el chiquero quien tuvo
los modales no muy finos.
Para llegar a Los Pinos
el estiércol se remueve;
el ciudadano le cede
la decisión a un partido,
después queda en el olvido,
las promesas son “adrede.
G. Berrones
Misa
─ Papá, mamá me dijo que viniera contigo. Está enojada porque no quiero ir a misa.
─ Mira, supongamos que Cristo no era hijo de dios, ni hacía milagros. Entonces era un ser humano. Pero predicó con ideas revolucionarias. Como amarse los unos a los otros. Es decir, ser bueno. Si eres bueno, es que has entendido la idea fundamental.
─ Entonces, ¿no tengo que ir a misa?
─ No.
─ ¿Ya hablaste con el niño? ─se escucha desde la cocina.
─ Sí ─respondió, mientras volvía a extender su periódico dominical.
Saúl Escobedo / Monterrey