ANÁLISIS A FONDO
Hipocresía ante el asesinato de periodistas
Francisco Gómez Maza
Sólo palabras pa’dorar la píldora
¡Y que sigan los asesinatos…!
Ciudad de México.- La credibilidad, entendida ésta como confianza, en el gobierno de Felipe Calderón y en el llamado poder legislativo la van perdiendo millones de mexicanos a velocidad vertiginosa.
Se dicen muchas palabras, pero sólo para someter a los ciudadanos. Y en el caso, a los periodistas.
El caso de las agresiones contra periodistas es paradigmático.
Han pasado los años. Las amenazas de muerte, los asesinatos y las desapariciones se acumulan y nadie, en los poderes Ejecutivo y Legislativo, hace algo para por lo menos intentar detener la violencia contra reporteros, camarógrafos, trabajadores, instalaciones de órganos informativos.
“La cifra de 80 periodistas asesinados en un decenio fue superada en este año 2011, con crímenes cada vez más abominables. No se vislumbra ninguna salida al terror mientras que el país se hunde en una guerra total, en la que tan sólo escribir las palabras ‘tráfico’ o ‘narcos’ puede costar la vida. Qué quedará de la libertad de información mientras duren la barbarie y la impunidad. Esta fractura del país no se resolverá con las elecciones esperadas”.
Y no lo digo yo. Lo advierte una organización internacional que nunca ha sido santo de mi devoción porque su existencia y su accionar me parece muy sospechosa de estar uncida a los intereses de Washington: Reporteros Sin Fronteras (RSF). Pero en este caso, “me acuesto con ella”, como decíamos en aquellos días en que, en el aula de filosofía, nos poníamos a discutir sobre la esencia y la existencia.
El gobierno de Felipe Calderón no tiene voluntad política para terminar con la violencia que enfrentan los periodistas mexicanos, administrar justicia y garantizar la libertad de prensa. Tampoco lo digo yo. Lo afirma otra organización, que tampoco es santo de mi devoción, porque está conformada por medios antidemocráticos del continente, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Hace tiempo que se viene anunciando una reestructuración de la Fiscalía dedicada a investigar los crímenes contra periodistas. Ya nadie cree en nada. Se entiende en parte lo que no se hace para parar los crímenes contra periodistas. El gobierno federal no puede, no tiene facultades para intervenir, más que en casos comprobados en los que en los asesinatos o desapariciones esté involucrado “el crimen organizado”. Pero cómo saber si sí o no.
Con mayor razón. El gobierno federal ya debía de haber tomado las medidas pertinentes para atraer las investigaciones y coger el toro por los cuernos.
Ah, pero los políticos se llenan la boca y hablan y hablan. Diputados federales del PRI, PAN y PRD urgieron, hace unos tres soles, a acelerar los trabajos para federalizar los delitos contra periodistas para que sea la PGR, y no los gobiernos locales, sea la que investigue.
El desbocado y atarantado Vicente Fox creó la Fiscalía Especial para Atención a Agresiones a Periodistas, dependiente de la PGR. Pero el problema era, y es, que el gobierno federal carece de facultades constitucionales para investigar los crímenes contra periodistas. Y como todo está en manos de los igual de inútiles gobiernos estatales, prácticamente todos los casos de asesinatos y desapariciones de periodistas permanecen en el limbo y los autores intelectuales o materiales de los crímenes, en la impunidad total.
Ahora, otra advertencia casi increíble (increíble, porque no se cree). El subsecretario de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Felipe Zamora, exhorta al Congreso de la Unión a que en este periodo de sesiones discuta y, en su caso, apruebe la reforma al Artículo 73 constitucional.
La iniciativa establece que cuando los delitos cometidos contra el ejercicio de la libertad de expresión trasciendan al ámbito de los estados de la federación mexicana, o “tengan efecto en el ámbito internacional” (qué quiere decir esto), sean investigados, perseguidos y sancionados por las autoridades federales, lo que significa “la federalización del delito”, explicó. Ah. Pero si de esto han estado hablando desde “endenantes”. Y no pasa “na”.
Algo recontra increíble dicho Zamora: que “se han alcanzado avances significativos y de manera progresiva en la materia y muchas de esas acciones se han dado gracias a las recomendaciones y los informes de organismos internacionales”. Y presumió la creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión, que sustituyó la fallida Fiscalía Especial de Delitos cometidos contra Periodistas.
Zamora presumió también la creación del totalmente desconocido e inactivo “Comité Consultivo” que tendría que actuar como órgano de consulta y auxilio técnico para las autoridades “competentes” (incompetentes, mejor) en la aplicación de medidas de protección y prevención necesarias para el libre ejercicio de la labor periodística, detalló el servidor público.
A desfondo: La inacción del gobierno es deplorable. Pero la inacción de los periodistas, entre los que me incluyo, es más deplorable. Ausencia total de espíritu gremial, falta total de solidaridad. Todo mundo jala para su chiquero, o para llevar agua a su molino. Y esto me lleva a recordar al buen Miguel Ángel Granados Chapa, que fue uno de los sinceros impulsores de mecanismos de solidaridad gremial como la Unión de Periodistas Democráticos (la UPD), que la matamos los mismos periodistas. “Áhi se ven”…