Calderón santo y bueno
Carlos Manuel Sabines
iudad de México.- Calderón dice que “hasta un niño entiende que es tarea del gobierno enfrentar al narco”. Santo y bueno, nadie se opone a ello; lo que está a discusión es la estrategia, cuestión que el inquilino de Los Pinos no alcanza o no quiere comprender.
A últimas fechas un cotidiano proclive al gobierno, se ha dado a la tarea de informar con asiduidad sobre la deuda de las entidades federativas del país, sobre todo a partir del affaire Coahuila-Moreira y el que viene en Guanajuato-Oliva, por las exorbitantes cifras en general de los pasivos a su cargo. La SHCP no ha estado ajena al tema y ahora nos informa, cuestión tratada en este espacio en entregas anteriores, que dichos adeudos importan al tercer trimestre de 2011, 358 501 millones de pesos, que equivale al 2.7% del PIB nacional.
El problema no radica sólo en estos deudores; es indispensable mencionar que la deuda federal alcanza un total de 5 billlones 173 mil 893 millones de pesos, es decir, el 35.79% del PIB; que el importe de las jubilaciones que están desprotegidas porque no tienen fuente de pago, ni garantía asciende a 3 billones de pesos, o sea el 20.75% del PIB.
Conjuntando las tres cifras llegamos a un total de 8 billones 532 mil 394 millones de pesos, o el 59.74% del PIB nacional. Pero eso sí, Calderón y hasta Cordero se la pasan criticando a las entidades con mayor endeudamiento; “peligroso aumento”, dicen y omitiendo la federal. Viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio.
Sobre la desigualdad en el ingreso de las familias mexicanas, la OCDE documentó a cabalidad la información que vertió en un reporte reciente, a lo que Calderón atacó y negó argumentando que “hay que leer la letra chiquita”, en alusión a que según él la pobreza que nos lleva a la desigualdad es anterior a los gobiernos panistas, cuestión que no es rigurosamente cierta. La numeralia correspondiente nos hace concluir, que los gobiernos fallidos son los azules, cosa que al inquilino de Los Pinos le causa escozor.
La cuestión es que para Calderón todo lo que no le gusta se debe y origina con los priistas y la “democracia, el bienestar de los ciudadanos”, se inventó y es obra de los panistas. Olvida, porque le da por ser olvidadizo, que el desempleo, la falta de empleo, la pobreza extrema, la falta de crecimiento económico, el endeudamiento peligroso, por mencionar solo algunos componentes de la ecuación de vida de los mexicanos, es culpa total de los dos últimos sexenios, es decir, de Fox y Calderón. Hay que recordar que para todo problema siempre tiene a la mano una respuesta en la que él no asume responsabilidades de ninguna especie.
En el asunto de los consejeros electorales del IFE, todo apunta para que la solución de acuerdo con lo que se había establecido quede en el limbo al declararse desierto el proceso y se busque una nueva vía para conjuntar debidamente al Consejo General; es decir, buscar otro procedimiento para la designación, porque los legisladores no se pudieron poner de acuerdo.
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