LAS CADENAS
DE LA LIBERTAD DE CATEDRA
Ignacio Zapata

En el periodo de Eduardo Elizondo se dio un fuerte movimiento estudiantil y popular, que quería liberar a la Universidad de métodos, todavía más autoritarios de los que tenía. Eduardo Elizondo chocó fuertemente con el gobierno de Luis Echeverría Alvarez, que después del 68 pretendía controlar las universidades, pero a través de nuevos esquemas autoritarios, como eran las juntas de gobierno. El movimiento estudiantil de alguna manera coadyuvó a que Eduardo Elizondo se fuera a su casa, saliera como gobernador, que renunciara. Para que llegara Luis M. Farías, quien de manera inmediata se puso a buscar un proyecto que fuera mas adecuado para el estado, no para los universitarios, y el que encontraron fue el esquema de la junta de gobierno de la UNAM, donde un grupo de notables se iba a encargar de elegir al rector y no como anteriormente lo hacía directamente el gobernador del estado; pero durante un tiempo nos crearon un señuelo a los estudiantes, profesores, dándonos facultades a las juntas directivas para que pudiéramos elegir directores y la autonomía fue en términos de elección de autoridades. Nunca, mientras el estado siga dando los recursos a la universidad, pues la propia universidad sigue dependiendo del estado, con muy altos presupuestos en la de Nuevo León, es el doble y ahorita es a la mejor, es más alto de lo que el municipio recibe, como presupuesto universitario. Son miles de millones de pesos, los cuales llegan del gobierno federal, y estos altos presupuestos han hecho que, todos los objetivos que tiene la universidad, en el sentido de libertad de cátedra, en el sentido de explorar investigaciones, de tener nuevas carreras adecuadas a las nuevas realidades y necesidades de la comunidad, sean una verdadera farsa. El respeto a la libertad de cátedra es un señuelo que han hecho creer a los maestros, sobre todo a los maestros liberales que  defendieron el proyecto de la universidad, la universidad para el pueblo; les han hecho creer que con esa libertad de cátedra, iban a revolucionar o seguir aportando luchadores sociales, aportando gente, profesionistas conscientes de la realidad. En realidad, las cadenas que le pusieron a la libertad de cátedra, fueron libros de texto muy deficientes, detener la impresión de documentos importantes que se dieron a los diminutos campos de investigación; estar sometidos en un tiempo, a los libros de álgebra, que eran libros editados por gringos, reducidos a la enseñanza de importantes áreas, como las matemáticas y las ciencias sociales, hasta que un grupo de gentes, que se habían  dicho muy defensores de la autonomía comenzaron a producir, según ellos, la literatura que si podía tener otra concepción de las ciencias sociales y otra concepción de la enseñanza de materias importantes, como la biología, la economía y demás. Pero en realidad esto también representó una izquierda que resultó muy negociadora con el alto presupuesto. Entonces, los libros se editarlo para beneficio de los autores, no para los estudiantes. ¿Cuál hubiera sido el beneficio para los estudiantes?

Porque la Universidad  con los suficientes recursos que tiene, hubiera patrocinado los libros y los hubiera entregado de manera gratuita a los estudiantes. Siempre es una ayuda muy importante para los estudiantes que tengan acceso, y no a través de una biblioteca, sino de su propio libro de texto. Entonces, la libertad de cátedra tenía todos esos candados y cuando se venían los movimientos sociales fuertes, pues había vigilancia directa en los grupos, para ver qué estaban los maestros comentando. Haber como los maestros querían relacionar la realidad social con la enseñanza de las ciencias sociales. Y finalmente nunca se ejerció, hubo pocos defensores de ella. Hubo hasta un grupo literario que escribía una revista que se llamaba “Cátedra”, pero simplemente era para escribir sus poemas…decían que eran los defensores de la autonomía universitaria. En esencia, el estado siguió controlando a la Universidad. Creo una junta de gobierno que actualmente está todavía vigente, a través de la cual tiene que pasar la elección del rector. Caso siempre sugiriendo un candidato que le sirva al estado. El gobernador, finalmente, es el que lo nombra. La junta de gobierno siempre ha sido compara por los estudiantes como una junta de notables…pues siempre han señalado que no somos capaces de cogobernarnos, que los estudiantes, los consejeros estudiantiles y las juntas directivas no pueden jugar un papel importante, ni se les debe soltar toda la autoridad  y toda la legalidad. Es evidente que el estado sigue con sus formas de control, limitando a quienes si se pueden cogobernar, a quienes si pueden aportar en la parte intelectual, la parte que se decide a participar, no sólo para ser profesionistas, sino para ir resolviendo los graves problemas económicos, sociales, políticos y culturales de la comunidad, sin embargo, ese no es el enfoque; eso es lo que se trata de impedir a toda costa, y por lo cual, la autonomía universitaria nunca fue respetada, no obstante que, gente de la calidad de rectores como Barros Sierra y otros importantes luchadores, a qui José Alvarado, defendieron que la universidad fuera respetada por el estado y se mantuviera en el papel fundamental de la educación pública que es la formación de profesionistas que se integran a servir al pueblo. Este objetivo se perdió. Y creo que los liberales perdieron palucha frente a los conservadores al interior de la universidad. Y en estados como el nuestro, en el que el capitalismo es bastante avanzado, en términos de lo que sucede con nuestra economía, la derecha se ha vuelto a imponer. Y hemos regresado a un esquema en el que la autonomía universitaria es lo que menos interesa y lo que menos se defiende. Incluso los que la defienden, ahora se han integrado con puestos a la universidad o con puestos en el estado, y se olvidaron de que la universidad podría ser un bastión importante en la lucha social. 

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