HOMBRE DE NINGUNA PARTE,
DE JOHN LENNON
Eligio Coronado
La filosofía ve al hombre contemporáneo como alguien desorientado, conformista y sin raíces, que no tiene la menor idea de cómo superar esa etapa ni tampoco le interesa. John Lennon (Liverpool, Inglaterra, 1940-1980) solía ironizar acerca de todo y un día lo hizo sobre sí mismo. El resultado fue un perfecto retrato… del hombre contemporáneo.
HOMBRE DE NINGUNA PARTE (FRAGMENTO)
El es verdaderamente un hombre de ninguna parte,
sentado en su tierra de ninguna parte,
haciendo todos sus planes de ninguna parte, para nadie.
No tiene un punto de vista,
no sabe a dónde va,
¿no es un poco como tú y yo?
(…)
Está completamente ciego,
sólo ve lo que quiere ver…
Es obvio que Lennon le tenía bien tomado el pulso a su generación. Su ojo hipercrítico y el contacto con los muchos seguidores le facultaron para emitir un juicio tan certero. Después de todo, el ya era un “héroe de la clase trabajadora”.
De todos modos, se cuidó mucho de no ser corrosivo y hasta se permitió un guiño malicioso (“¿no es un poco como tú y yo?”). Todavía no era pacifista ni estaba bajo la influencia vanguardista de Yoko Ono, pero ya una cierta conciencia social permeaba su espíritu.
El “ninguna parte” de refiere a la falta de identidad de las personas con los lugares, y el “no sabe a dónde va” indica la falta de metas. No tener “un punto de vista” evidencia el desinterés por lo que ocurre en el entorno, y ver “sólo lo que quiere ver” confirma el egoísmo imperante.
Cabría preguntarle al estimado lector si el dictamen lennoniano sigue vigente desde que lo emitió en el contexto de 1965. Es decir, si el lector de hoy “sabe a dónde va”, “tiene un punto de vista”, Ve más allá de “lo que quiere ver”, sigue haciendo “planes para nadie” y ya no es alguien de “ninguna parte”, o todavía es “un poco como tú y yo”.
Si tienen dudas, escríbanme: eligio_coronado@yahoo.com.mx
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