Amnistía Internacional / Centro Prodh

Las acciones de los días 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco dejaron un saldo grave de violaciones a derechos humanos. Éstas han sido dadas a conocer por organizaciones de derechos humanos y la Comisión Nacional de Derechos Humanos; han sido también reconocidas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en febrero de 2009.  

Un grupo de mujeres ha denunciado desde entonces la tortura a la cual fueron sometidas. Sin embargo ni en el Estado de México, ni en el ámbito federal se ha hecho justicia. Las autoridades a quienes corresponde actuar para procesar a los responsables han resultado ineficientes.  Frente a la inacción del gobierno mexicano, que se ha negado en todo momento a cumplir sus obligaciones constitucionales y las disposiciones internacionales para brindar justicia en este caso, las mujeres denunciantes han realizado múltiples actividades a fin de exigir justicia, al mismo tiempo que reconstruyen sus vidas después de haber sido sometidas a una experiencia tan traumática. Con el apoyo de organizaciones internacionales y activistas, las mujeres de Atenco han hecho oír su voz ante representantes del parlamento alemán, representantes de la Unión Europea en Bruselas, la radio austriaca, la televisión nacional hispánica estadounidense y activistas de Chigago, St Louis Missouri, Washington, Munich y Viena, entre muchos otros. La solidaridad internacional es obvia en este caso.   

Personas de 35 países, principalmente de Italia y España, han mostrado su solidaridad con las mujeres y tienen la mirada puesta sobre el gobierno mexicano a fin de solicitar que se acabe con la impunidad que prevalece en el caso.  

En el marco del Examen Periódico Universal, realizado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en febrero de este año, México fue cuestionado por países miembros del Consejo, por lo que, de las 91 recomendaciones emitidas al gobierno mexicano por los representantes de otros países, una gran parte se dedicó a los temas de violencia contra las mujeres y tortura, dos problemas especialmente graves, tanto por su intensidad como por la impunidad en que se mantienen estos casos.

 Frente a las medidas adoptadas en México para detener el avance de la influenza, las actividades programadas en el marco del tercer aniversario de los hechos de Atenco aún son inciertas. Sin embargo, más allá de la realización de los actos planeados, no debe dejarse en el olvido el reclamo de las personas cuyos derechos fueron violados durante los operativos realizados. Es necesario actuar ya contra la impunidad.

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