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975 19 Enero 2012

El costo del silencio
Nora Elsa Valdez

M
onterrey.-
La verdad libera. Las mentiras hacen sufrir. México está sufriendo mucho y quizá conocer la verdad para disolver las mentiras, nos traiga paz. Pero la verdad duele.

Estos últimos días me he enterado de algunas verdades: unas que casi nadie conoce, y otras que se han publicado como buenas noticias, pero que en realidad son muy malas. Con cada verdad creo haber sentido como un fuerte y doloroso golpe en el estómago. Por favor, proteja el suyo si quiere conocerlas.

Primero me enteré que en el Estado de Veracruz, está a punto de iniciar operaciones una mina de oro, plata y cobre, llamada “Caballo Blanco”, que planean instalar a 25 kilómetros de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde. Esta última está muy deteriorada por el paso de los años, no cuenta con el mantenimiento ni la atención adecuada, y ha sufrido 55 paros de emergencia en los últimos años.

Ciudadanos de Veracruz, muy preocupados y desesperados como los bajacalifornianos, han estado gritando en el desierto, protestando y pidiendo la cancelación de esta mina, que significará la detonación diaria de explosivos durante 6 años. Temen que esto cause un accidente nuclear como el de Fokushima, Japón, en la planta de Laguna Verde.

Otra triste y dolorosa noticia ha sido la que transmitió Milenio este 15 de este enero, en la que un campesino de Chihuahua denunció el suicidio en masa de grupos de Tarahumaras, por no tener con qué alimentar a sus hijos, y por el frío extremo. A esta terrible noticia, le siguió la declaración de otra persona que afirmó que esto mismo está pasando en varios Estados, no sólo en Chihuahua.

Por otra parte, Cárstens recibió un premio internacional. He sabido que últimamente se ha otorgado este tipo de premios, sin justificación real, sólo para dar prestigio a alguien, (como el Premio Nóbel de la Paz de Obama), como una práctica fraudulenta que algunos altos políticos internacionales están ahora utilizando, para fabricar artificialmente el prestigio de personajes para que su opinión sea escuchada por las masas como si viniera de un iluminado, y utilizarlos para que den información falsa, que conviene a sus maquiavélicos intereses, sin que se ponga en duda sus declaraciones.

El Sr. Cárstens merece mi respeto, pues me parece una persona competente y de buena fe. Pero creo que está siendo utilizado para dar información falsa, por los de la mafia financiera que está llevando a la bancarrota a los países de la Unión Europea. Esta misma mafia quiere crear la Unión Latinoamericana, para también llevar a la bancarrota a los países que caigan en la trampa. Cárstens y Calderón han sido comisionados y están decididos a convencer a los países de Latinoamérica a caer en la trampa. Como cuando la pandemia de la gripe porcina, ¿recuerda? ¿Serán tan ingenuos que no saben que están siendo utilizados para hundir a Latinoamérica? ¿O son tan maquiavélicos para aparentar que no lo saben?

Por último, casi me desmayo al escuchar a Calderón anunciar con gran entusiasmo sus dos últimos triunfos. Primero dijo que ya les consiguió mucho dinero a los pobres alumnos que quieran hacer sus carreras en las 21 universidades privadas más caras del país. ¿Habrá adivinado que necesitamos escuelas de paga de lujo? Últimamente parece que los Bancos le pagan comisión ¡porque anda muy activo consiguiéndoles clientes!

En segundo lugar anunció una nueva Ley por la cual los particulares (no supe si “los particulares” son mexicanos o extranjeros) podrán venir corriendo a invertir su dinero para ayudar al pobrecito gobierno, en la construcción de diversas obras. Me imagino que los ciudadanos pagaremos ese dinero, sin importar si sabemos o no qué obras se van a hacer, o a quién se le ocurrió hacerlas sin nuestro permiso, como la estela de luz, o el complejo vial de Saltillo. Porque como sabemos, “los particulares” no prestan su dinero por ser buenos samaritanos, y menos a los mexicanos, sino porque esperan que alguien les pague jugosos intereses.

¿Será que Calderón es tan listo que ya adivinó y decidió por nosotros, como Moreira, en qué obras deben invertir “los particulares”, puesto que adivinó que necesitábamos una Ley de “los particulares”, que nosotros no sabíamos que necesitábamos? ¿Adivinaría que necesitamos carreteras de paga? ¿IMSS ó ISSSTE de paga? ¿Cárceles de paga? ¿Gastar en Pémex para que aumente más la gasolina? ¿Qué sorpresa nos dará? ¿Quedará algo de México para vender a los empresarios extranjeros? Porque los empresarios mexicanos ya salieron huyendo del país.

Lo único que les falta vender es nuestra alma, y quizá para eso hayan hecho la Ley de “los particulares”, que a lo mejor (o peor) sea una copia del exitoso experimento de Coahuila. ¿Ya habrán decidido por nosotros que nos hace falta pasar el resto de nuestra vida pagando deudas que no aprobamos, ni necesitamos, pero que servirán para que un vivo, o muchos, vivan felices?

Porque al parecer lo único que le importa a la plaga de malos políticos, corruptos y traidores que han invadido todos los niveles de gobierno en México, es alcanzar la meta de vender y malbaratar a México a los extranjeros, para ganar dinero a manos llenas.

Creo que esta meta de vender a México, nuestra alma incluida, ya ha sido lograda, como se demuestra con los siguientes ejemplos (usted agregue lo que me faltó): 1) se concesionó el territorio nacional a mineras, refresqueras y cerveceras, extranjeras, para que dispongan de todos los metales y agua que deseen, haciéndoles todas las presas que necesiten; 2) se llenó al país de casinos y maquinitas para convertir en ludópatas a los mexicanos y dejarlos en la calle; 3) se llenó el país de bancos extranjeros y casas de empeño para endeudarlos y hacerlos perder sus bienes; 4) se remataron las empresas mexicanas a extranjeros; 5) se pusieron en oferta mujeres y hombres para la prostitución, y niños para los pederastas; 6) se estafa y roba a los inmigrantes del país que sea; 7) se venden órganos de vivos y muertos; 8) se permite que las mafias médicas, psiquiátricas, hospitalarias, de seguros de gastos médicos, farmacéuticas, etc., inventen enfermedades y pandemias, para vender caros sus servicios; 9) se venden montones de vacunas asesinas, y costosas quimioterapias y retrovirales que destruyen el sistema inmunológico de las personas, para luego decir que los mató el cáncer o el sida; 10) se esconden o desprestigian los remedios sencillos y económicos para curar enfermedades, y se inventa que las enfermedades se han hecho crónicas, para vender medicamentos de por vida; 11) se fumiga a las personas con “chemtrails”, que son polvos esparcidos por aviones sobre las ciudades, conteniendo mezclas de químicos venenosos, esporas de virus y bacterias de enfermedades, o creados con nanotecnología, para que la gente enferme o muera, como está ocurriendo ya en Estados Unidos desde hace años. ¡Voltee al cielo cuando oiga pasar un avión!

Como podemos ver, la finalidad de todo esto parece ser, por un lado, ganar todo el dinero posible con la filosofía de “el fin justifica los medios”; y por el otro, acabar con la vida de las personas indeseables. Porque al parecer quienes mueren son sólo las personas de un tipo o clase.

Digamos que sólo mueren los etiquetados como prole, nacos, indios, ignorantes, muertos de hambre, o razas inferiores, pues al parecer se realizan acciones deliberadas para hacerlos más pobres, y que mueran de hambre, desnutrición y enfermedades. Todos conocemos a alguien que piensa que estas personas estorban y salen sobrando en el mundo, y que creen que deberían morir.
 
En cambio hay personas de otra clase: son las personas adineradas, que creen en el estatus, a las que se les cuida y protege, pues se consideran superiores, de piel blanca y ojos azules o verdes, de sangre azul, intocables, dueños de bancos, farmacéuticas, minas, petróleo, y en fin, de todo tipo de empresas millonarias.

Qué curioso. Me pareció estar describiendo lo que sucedió en Alemania con Hitler. Y también curiosamente llegó a mi mente el siguiente poema:

Primero vinieron a buscar a los comunistas, y no dije nada porque yo no era comunista.

Luego vinieron por los judíos, y no dije nada porque yo no era judío.

Luego vinieron por los sindicalistas, y no dije nada porque yo no era sindicalista.

Luego vinieron por los católicos, y no dije nada porque yo era protestante.

Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada.

Quien inspiró este poema, Martin Niemöller, fue un pastor y líder de las iglesias protestantes alemanas, que en 1937, en los tiempos de Hitler, fue encarcelado durante 8 años en sus campos de concentración. Cuando tuvo la suerte de recuperar su libertad, después de la derrota de Alemania en 1945, quienes lo conocieron resumieron su triste experiencia en las ideas de este famoso poema.

Y se dice que Martin Niemöller, al ser liberado, en un discurso comentó:

"No nos podemos justificar con la excusa de que nos hubieran matado si hubiéramos hecho algo. Preferíamos guardar silencio.

“Claramente no somos inocentes y me pregunto una y otra vez:

“¿Qué habría pasado si en el a ño 1933 o 1934, 14,000 pastores protestantes y todas las comunidades protestantes de Alemania hubieran defendido la verdad hasta la muerte?

“Si hubiéramos dicho: ¡no es correcto que Hermann Göring simplemente meta en campos de concentración a 100,000 comunistas para que mueran! 

Puedo imaginar que tal vez 30,000 ó 40,000 cristianos protestantes habrían muerto, pero también puedo imaginar que habríamos salvado a 30 ó 40 millones de personas, porque eso es lo que el silencio nos costó".

El callar la verdad tiene un alto costo. Callar la verdad, o negarla, puede tener muy graves repercusiones y consecuencias. En México hay muchas verdades que nos urge descubrir y comunicar a todos, para que este espantoso error no vuelva a repetirse.

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La Quincena Nº92

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