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1133 28 Agosto 2012

 

CRÓNICAS PERDIDAS
Trágica metáfora del despecho
Gerson Gómez

Monterrey.- Abro los ojos: en esta ciudad el sol es tan tirano: dictador matutino de todas las estaciones: se cuela aun entre los rescoldos de las persianas:

Tengo bastante sueño: en la buhardilla desarrollamos el lenguaje secreto del enamoramiento: entonces improvisamos y corregimos la sinfonía de nuestra vida: con la trama prestada de otros momentos: los ya transitados: los del olvido: pero no perdono: transito el ritual de las desesperadas: mientras preparo café:

Ghedi en la profunda estación de los trasnochados: hago el ejercicio matutino de la memoria en las fronteras del espacio: el regreso a casa de mis padres: de hace años: salimos a desayunar mi madre y yo: la noto un poco nerviosa: le realidad se vuelve fehaciente: mamá trae algo serio: la conversación suena minuciosa: bien estudiada: me atormenta la armadura de lo ignoto: aparentamos islas perdidas: amenazadas por el huracán: comienza preguntando cómo estoy: si en la Fundación las cosas andan bien: si todo marcha de maravilla: están pensando en enviarme a tomar otra maestría en España: ahora en el tema especialidad sobre derechos humanos en los países sudamericanos:

Hay un ruido insoportable: pasivo: en lo por venir de la sobremesa: el riesgo de la sinrazón: por dónde atacarán las abejas: hay muchos huecos en las alucinaciones en reglamentario silencio:

Mamá va desempolvando sus instantáneas: parece ser un evento de kodak: recuerdos familiares: como las noches con el retroproyector: en la sala de casa de la abuela: mostrando las transparencias de los viajes a los familiares: quienes como lectores voraces: mitad envidia: mitad cómplices: son herederos de las emociones compartidas: 

Me cuenta la fábula del universo nuevo: desconocido: el sol a quien llamo padre: no lo es: sino pertenezco a la galaxia: de cometa fugaz: mamá es excelente traductora: y fabulista para situaciones incómodas: no requiere de goteo: la represa del pecho abre las compuertas de par:

Me inundo en el palmo de la cordura: la dejo en el páramo incierto de la parábola: voy al sanitario: necesito caminar bajo la lluvia: cautivarme en la contemplación de las fachadas de esta ciudad capital: irme lavando sin salvoconducto: destiñendo el oprobio del alma: morirme en feroz batalla con el interior:

Alguien se acerca a la mesa: lo observo de reojo: al voltear en la huida: es apuesto: tiene el descaro de acercarse a mamá: supongo es mi padre el desconocido: me voy desmoronando: no necesito simularlo: he visto proyectarse la imagen del muerto: la cabeza va llena de hurracas: picoteando el cabello: 

La resignación es una viuda desconsolada: regresaré en taxi a casa: los mejores recuerdos de la vida son de quien te roba el corazón: me obligo a cambiar de empleo: a mudarme de ciudad a la brevedad posible: evitar la trágica metáfora del despecho:

Ahora mismo la bruma se cierne en el rumbo de Palacio Nacional: la mayoría busca la manera de evitar mojarse: poco interesa deshacer el traje sastre: o los zapatos: me declaro favorecida del desahucio en la plaza: ahí llevaré la infancia a garantía: lejos de mi madre: agradecida con quien fue mi padre legal: indispuesta para el rufián biológico:

La insalvable rutina planetaria del reiki y la del universo conspirando a mi favor es elegante hasta al ridiculizar.

 

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