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1183 6 Noviembre 2012

 

ANÁLISIS A FONDO
Economía prendida con alfileres
Francisco Gómez Maza

Tan lejos de dios y tan cerca de EU
El último jalón de la reforma laboral

Ciudad de México.- Podría decirse que el tejido económico nacional está cerrando el sexenio panista prendido con alfileres. Aunque los estrategas gubernamentales prefieren aparentar calma, no pueden ocultar su dejo pesimista.

La verdad es que nada es miel sobre hojuelas. El comportamiento de las variables económicas depende de la mala educación de la economía de los Estados Unidos.

El mismo banco central, gobernado por Agustín Carstens, lo reconoce, entre líneas por supuesto, en su reporte sobre el sistema financiero correspondiente a septiembre: los Estados Unidos todavía se encuentran en vías de resolver su desequilibrio fiscal, hecho que ha aumentado los riesgos tanto para el crecimiento de la economía global como para el de la economía mexicana.

De acuerdo con los diagnósticos del Banco de México, tales riesgos derivan de tres temas intrínsecamente relacionados:

La incertidumbre sobre los efectos que la corrección súbita del déficit público durante 2013 tendría sobre la actividad económica estadounidense, si los legisladores de Capitol Hill no alcanzan acuerdos antes de los vencimientos de varias disposiciones fiscales que inician a finales de 2012.

La posibilidad de que resurja, a partir de enero de 2013, un debate sobre el límite de endeudamiento del gobierno federal estadounidense, similar al ocurrido en el verano de 2011.

Que el retraso en la definición de una estrategia de consolidación fiscal de largo plazo mine la confianza en el dólar como moneda de reserva global y encarezca los costos de financiamiento para el gobierno estadounidense.

Tomando en cuenta tales riesgos, el Fondo Monetario Internacional revisó a la baja el crecimiento de la economía global, con respecto a las previsiones que había dado a conocer en julio pasado. Sus nuevos pronósticos mantienen el supuesto de que las autoridades europeas instrumentarán las medidas necesarias para reducir los márgenes de riesgo soberano en los países periféricos, y que los Estados Unidos actuaran para evitar un ajuste fiscal severo en 2013. Por ello, los riesgos de nuevas revisiones a la baja del crecimiento se mantienen elevados.

Las autoridades del Banco de México no quieren dar su brazo a torcer y restan importancia a esos importantísimos factores de riesgo, pero por más que quieran no pueden ocultar la realidad, aunque la minimicen.

Durante la primera mitad de 2012, la economía mexicana se mostró relativamente resistente frente a la elevada volatilidad e incertidumbre prevalecientes en los mercados financieros internacionales. El desempeño de la economía nacional fue reflejo tanto del impulso que continuó ejerciendo la demanda externa sobre la producción manufacturera, como del dinamismo de la demanda interna. Si bien hacia finales de 2011 se había observado una desaceleración de la demanda externa, durante el primer semestre del presente año esta última presentó una recuperación como resultado de un desempeño más favorable de la actividad industrial de Estados Unidos y la depreciación del tipo de cambio real, en comparación con los niveles registrados en el mismo periodo del año previo.

Sin embargo, durante el tercer trimestre de este año, aunque la actividad económica continuó creciendo, lo hizo a un ritmo menor. Durante este periodo, tanto las exportaciones de manufacturas como algunos de los componentes de la demanda interna comenzaron a verse afectados de manera más notoria por el entorno económico adverso.

Otro motivo de preocupación para las autoridades es el repunte inflacionario. En meses pasados, la ocurrencia de una serie de choques de oferta incrementó los precios de algunos alimentos y propició un alza considerable en la inflación general.

La inflación general rebasó el límite presupuestado de tres por ciento y ha permanecido en niveles elevados por varios meses. Tanta es la preocupación, que el Banco de México ha señalado que estima que el incremento de la inflación sea temporal, debido a la naturaleza transitoria de los choques, y que tanto la inflación general como la subyacente (el incremento de precios de la canasta básica) retomen durante el resto del año trayectorias descendentes. Hay que  tomar en cuenta que el reporte del banco es a septiembre, y los efectos de la inflación se agudizaron en octubre.

El banco podría endurecer la política monetaria de ahora al 30 de este mes para que un desbarajuste inflacionario no sorprendiera mal parado al presidente Enrique Peña Nieto a partir del primero de diciembre.

A desfondo
La Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados inició ayer la etapa de análisis y discusión de la minuta enviada por el Senado para reformar la Ley Federal del Trabajo. Los comisionados sesionaron ayer caída la tarde para conocer formalmente el documento y calendarizar sus sesiones de debate. Algunos como los panistas pastoreados por Luis Alberto Villarreal García quisieran que ya quede probada la reforma. Otros, como las huestes del Frente Progresista están divididos: unos como Martí Batres y Ricardo Monreal están en contra de toda la reforma. Las huestes perredistas de Silvano Aureoles buscan que pase como la aprobaron, en connivencia con el PAN, en el Senado. Los priístas de Manlio Fabio Beltrones, rechazan el artículo 388 Bis de la minuta por considerar que es una intromisión en la vida de los trabajadores poner a subasta los contratos colectivos. En ésas se quedaron ayer. Claro que si los priístas reciben una orden de la oficina del presidente electo, todo podría allanarse y habría dictamen esta misma semana. Mas, las cosas no son tan sencillas. Las posiciones están encontradas, chocantes. Y aquella declaración de Manlio Fabio de que habrá reforma laboral en breve podría prolongarse. Carlos Humberto Aceves del Olmo le comentó al escribidor, no obstante, que tanto Calderón Hinojosa como Peña Nieto “tendrán reforma laboral”.

analisisafondo@cablevision.net.mx

 

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