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HEMEROTECA

La Quincena No. 48
Octubre de 2007
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:
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La riqueza social

Ricardo García Martínez*

Todos los parámetros para perfilar la pobreza a nivel mundial son basados en pertenencia material y tener acceso a niveles urbanos de confort para alcanzar luego un nivel de consumo. La pobreza tiene valor negativo así como lo rural, por ello, los parámetros para medir la pobreza de la humanidad son basados en acceder a elementos tangibles. Señalemos los más importantes que la ONU y OEA toman en cuenta: ingreso per cápita (lo que da mayor poder adquisitivo), acceso a vivienda con o sin financiamiento, cantidad y estado de los servicios de agua, drenaje, energía eléctrica y gas, ingreso a servicios de salud.

Sin embargo, otros factores que miden la pobreza no son materiales, son de naturaleza social: la unión familiar, la cohesión social, la comunicación familiar. Estos recursos, que están en extinción en México, no deben desestimarse para medir la riqueza de un país y la calidad de vida de la población urbana y rural. En México, un 70% de los mexicanos viven en ciudades y un 30% en el medio rural.

Desgraciadamente, las autoridades elegidas no cuidan ni los recursos naturales con reglas y permisiones laxas (casos de estudio: edificaciones sin freno en Cañón del Huajuco, contaminación con plomo de la zona central de Torreón, explosión de un tráiler circulando con explosivos sin normatividad, destrucción con explosivos del Cerro San Pedro en San Luis Potosí, dragado de canal en la reserva de la biosfera Pantanos de Centla, Tabasco, etcétera) ni la riqueza social que se disipa fascinada con modos de gasto enajenante para la sociedad que desemboca en altos índices de violencia, suicidios, abandono de infantes, divorcios y consumo de drogas. Como escribe José Saramago: “…contribuir a que regresen a las quebrantadas conciencias de las familias, el culto de los incorpóreos valores de la espiritualidad de que la sociedad se nutría en el pasado…”

El gobierno federal ha progresado en descuidar y disminuir los parámetros más importantes de riqueza social. Esto lo revela el saldo negativo de inseguridad urbana y drogadicción, dilapidándose la sustancia de sustentabilidad social que México posee, abonando a incrementar el 54% de pobreza tangible alimentaria y patrimonial del país. Es obligación de los sectores público, académico y civil, analizar y solucionar el origen de pobreza material que ya mina nuestro galardón social. Primero, aplicando un modelo de desarrollo económico local y regional; segundo, cuidando la estadística de nuestra riqueza social, dañada por el cáncer de delincuencia y desempleo, y aplicando políticas de control y regularización de nuestro vasto patrimonio cultural.

Añado que el Fórum, desarrollos de esparcimiento como Santa Lucía y la rediseñada pista peatonal de la avenida Gonzalitos a Revolución, contrario al lunar de la pista Serie Cart, que exacerbó la soberbia contra el crimen, fortifican la riqueza social sustentable de la metrópoli significando beneficios y protección de la menguada riqueza social de la sociedad mexicana.Q

*Arquitecto y Urbanista

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