LAQUINCENA 50
Sin cuenta
Ricardo Martínez Espinosa *
Me siento profundamente honrado de poder compartir estas líneas con ustedes, especialmente en esta ocasión, cuando La Quincena llega a su número 50, todo un logro. Casi por casualidad la descubrí hace algunos años en mi casa, que en ese entonces compartía con un amigo de la carrera para dividir los gastos de estudihambre. Él la había comprado en un puesto de periódicos y la rescaté de su hogar temporal para llevármela a mi cuarto. La hojeé y me gustó el estilo. Directo, personal, informal, pero sobre todo plural. Era fácil encontrar un ataque a López Obrador y a la vuelta de la hoja lo opuesto, especialmente en un momento en que los medios de comunicación, escritos y electrónicos, habían cerrado filas, lo que consideraron un acto de patriotismo y salvación de la patria, a lo que representaba para ellos un peligro. Esto fue lo que finalmente me convenció a buscarlos.
La idea de publicar con ellos apenas tiene unos meses. Si no me equivoco, fue en el número de marzo de este año cuando comencé a publicar con regularidad. Algunas veces con artículos de opinión, creo que una vez intenté un cuento que me publicaron hace dos números. No le hagan mucho caso a mi aritmética, que por eso no estudié ninguna ciencia exacta.
Otro aspecto elemental para hoy sentirme parte de la familia de La Quincena es que me han dado la oportunidad de expresarme, aunque mi nombre y el de muchos de mis compañeros de número no tengan un significado más allá de nombre y apellido (por supuesto con muy respetadas excepciones). Somos anónimos que levantan su voz, la cual es recogida por esta revista y potenciada a toda la comunidad regiomontana. Eso es algo con lo que siempre les estaré agradecido.
La revista significa un punto de encuentro entre varios participantes. Diez o quince valientes se atreven a poner su opinión al desnudo frente a cientos o miles de lectores. Exponen su visión para que ésta sea atacada o abrazada por los interesados. La validación del encuentro se da en la retroalimentación recibida en mi correo electrónico. Tres o cuatro respuestas y me siento satisfecho. Ha valido la pena el experimento. Me quedo pensando en todos esos que leyeron la revista pero que no tuvieron la intención de responder ¿Qué estarán pensando? ¿Habré cambiado de alguna manera su percepción sobre un hecho? ¿Tuvo mi opinión algún impacto? Preguntas que quedan en el aire y no podrán ser jamás respondidas. Tal vez es más cómoda la ignorancia que me permita pensar que sí.
Estoy seguro que estos primeros cincuenta números han significado algo para alguien. A los organizadores, a los que cuidan la redacción y el estilo, a los que trabajan el diseño, que es uno de los aspectos más valiosos de esta revista (mi más sincera felicitación por su trabajo), a los que la reparten por toda la ciudad, a los que la venden y a los que la compran, a todos, va esta felicitación y este gran gusto de ser parte de un grupo que ha mostrado su éxito. Que estos cincuenta se conviertan en sin cuenta, un infinito por delante para La Quincena .Q
http://lasillaquevuela.blogspot.com
La Quincena No. 50
Diciembre de 2007
laquincena@gmail.com
Director:
Luis Lauro Garza
Subdirector:
Mario Valencia
Mesa de Redacción:
Tania Acedo, Luis Valdez
Asesor de la Dirección:
Gilberto Trejo
Relaciones Institucionales:
Abraham Nuncio
Coordinador de Cultura:
Adolfo Torres
Comunicación e Imagen:
Irgla Guzmán
Asesor Legal:
Luis Frías Teneyuque
Diseño:
Rogelio Ojeda
Fotografía:
Erick Estrada y Rogelio Ojeda
Ilustraciones:
Chava
Distribución:
Carlos Ramírez
Internet:
