frase hecha o un lugar común, pero sí ha habido un cambio, una apertura, hay más actividades, hay una cierta riqueza que es visible, palpable. De repente quieres asistir a los eventos que hay, de conferencias, presentaciones de libros, exposiciones, conciertos y no alcanzas, porque miércoles, jueves y viernes, y a veces desde lunes y martes, la ciudad está llena de eventos.
- (LLG) Dos cosas que han mencionado aquí. Una, tiene que ver con las necesidades estrictamente más cercanas a lo económico, salarios, incluso las ofertas en términos educativos por las que muchos llegamos aquí a la ciudad. Y otra, la que tiene que ver con la forma de ser de la sociedad. ¿Hasta dónde una sociedad cerrada, muy impositiva, termina convirtiéndose en una sociedad abierta, si es que es abierta? ¿En qué medida esto ha evolucionado en una sociedad con alternancia, con lo que se ha conocido como transición democrática, y en qué medida ha existido un despertar ciudadano que dé cuenta ya de contrapesos?
- (XP) En Monterrey pasó el fenómeno Eugenio Garza Sada que nos marcó profundamente. Era el padrino, el santo, el prócer, el todo, el rey, el tata, en fin. Yo creo que a partir de que el proletariado en este caso deja de sentirse orgulloso de ser proletariado y empieza a aspirar a ser patrón, porque éste es, como ves, el santo don Eugenio, y obviamente hay una gran admiración y hay un deseo de identificar y emular. Creo que es un quiebre en la idiosincrasia regiomontana, provinciana, tranquila, que recoge el día en las tardes, y a partir de este fenómeno social, empresarial, político, de don Eugenio, creo que ahí hay un quiebre en la conciencia del proletariado que definitivamente aspira a más, a parecerse a él, en lugar de sentirse orgulloso de ser la base de la economía. Ya se ha perdido ese orgullo de ser la base de la economía, porque finalmente son los que sostienen todo. Pero ellos ya no se sienten así. Se sienten los débiles, los pobres, los marginales, los faltos de oportunidades, porque quieren ser como su mayordomo. Finalmente todo se reduce igual a un sistema feudal o de hacienda. Yo creo que a partir de eso es que nos hemos vuelto una sociedad sumamente consumidora. El consumo es lo que nos hace parecernos más o menos a don Eugenio. Entonces esto es muy interesante en Monterrey.
Yo tuve una experiencia de visitar centros comunitarios de desarrollo. En mi ingenuidad pensaba que me iba a encontrar con unas bases en resistencia; no como los chavos del TEC y de la UDEM a los que yo frecuentaba, que, bueno, ya estábamos todos metidos en un tren. Yo imaginaba que a la banda, lo popular, me los iba a encontrar más reacios a todo este bombardeo de consumo, y fue muy duro para mí darme cuenta de que los abonos chiquitos, para pagar toda la vida, tienen a todo el pueblo ya no jodido sino rejodido, porque es esta situación en donde también la señora que no tiene dinero y trabaja para vender chicles y le salen veinte o treinta pesos al día, se quiere pintar el pelo. Monterrey es realmente una ciudad de personas no libres; el regiomontano no es un ser libre.
- (LLG) ¿Alguna vez lo fue?
- (XP) Yo creo que sí. Yo creo que justamente esos ratos en que a Monterrey le sale lo provinciano son sus mejores ratos; pero Monterrey quiere tapar eso, se siente avergonzado de ser provincia y eso es lo mejor que tiene para mi gusto. Lo mejor es el contacto humano. Estamos muy deshumanizados, muy tribalizados de nuevo. Las cúpulas, a mero arriba, son muy tribales, son grupos pequeños, entre ellos se protegen, en familias. Y los de abajo no les queda otro remedio que ser tribales porque es la única manera de sobrevivir. Y los de en medio, que cada vez somos menos, pues también, porque es la única manera de no bajar. Entonces nos hemos vuelto una sociedad en lo privado desvinculada de lo público.
El resurgir ciudadano ahorita, para el regio, es a partir del bolsillo, cuando sale a la calle. Y en ocasiones muy especiales, como éste fenómeno que estamos viendo, salimos un poquito más de personas a la calle. Pero en verdad aquí no hay ciudadanos, hay consumidores. Y mientras más consumidor seas, más exitoso eres.
Cuando llegué a la ciudad un fenómeno me llamaba muchísimo la atención. Amigas que vivían en huevitos de casa con grandes carrazos. Compadres estresadísimos porque tenían que pagar el carro y la casa. Compran carros que no pueden pagar. Y en la escala nos vamos proporcionalmente. Las bases populares compran celulares que no pueden pagar. Es el show off, es el vamos a parecernos a don Eugenio, todos tenemos que aparentar.
- ¿Cómo son los amigos en Monterrey, a diferencia de los que han conocido en otros lugares, aparte de lo que se dice de que somos francos? ¿Son solidarios?
- (XP) Son competitivos, muy competitivos.
- (JDB) Sí, competitivos, más que solidarios.
- (XP) Agresivos.
- (JDB) Incluso llegó un punto, algo que señalaba Ximena: el objetivo era crear riqueza, ¿cómo? ya no importa. Por eso se han generado las cosas que se han generado en torno, por ejemplo, al narcotráfico o a la delincuencia.
-¿Pero no estamos idealizando mucho al pasado y cuestionando demasiado al presente en ese escenario?
- (XP) No. Bueno, el ser humano es el mismo siempre. Aquí también hay claros y oscuros. Yo siempre digo que soy regiomontana, pero ahora me voy a tratar de poner la cachucha campechana. Y es que el regio es como una cebolla, le tienes que ir quitando capas y capas. - (AT) Sí, y con cada six se va cayendo una capa. (Risas).
- (XP) Exacto. Tienes toda la razón, pero al final del día |
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